En el proceso de aprendizaje de los niños, la visión es primordial. Necesitan ver bien, leer la pizarra, los libros y la pantalla del ordenador con claridad.
La visión tiene además un papel muy importante en la escritura, en la psicomotricidad fina y por supuesto en el proceso de coordinación ojo-mano. Una buena visión es necesaria incluso en la práctica de actividades deportivas. Mediante las vista los niños pueden seguir las indicaciones del educador y adquieren así habilidades motoras para realizar estas actividades físicas actuando así junto a sus compañeros.
Fracaso escolar a causa de una mala visión
Una cuarta parte de los niños de España manifiestan algún problema visual. A su vez, estos problemas son los responsables de un tercio de los casos de fracaso escolar.
Revisiones oftalmológicas en los centros educativos
Los exámenes que se llevan a cabo en los colegios e institutos pueden dar una pista de la existencia de algún problema en la vista del niño, de forma muy general. Suelen pasar por alto muchas patologías oculares y alteraciones de la vista que resultan menos evidentes.
La recomendación es llevar a los niños a la consulta del oftalmólogo y al optometrista, con el objetivo de rastrear de manera completa la visión el pequeño y detectar problemas de refracción, así como otros problemas oculares como el ojo vago o el estrabismo, que pueden ser corregidos evitando que el niño tenga dificultades en su vida diaria, especialmente en el colegio.
¿Cómo saber que un niño puede tener algún problema en la vista?
Existen algunas señales que debes observar para saber si tu hijo puede tener un problema visual.
- Entrecierra los ojos al mirar una pizarra o atender al profesor.
- No enfoca la mirada donde se le indica.
- Se queja de dolores de cabeza, de que ve doble o borroso, sobretodo al terminar la jornada escolar.
- Cuando lee se acerca demasiado a los libros. Igual sucede cuando va a escribir en el cuaderno.
- Lee o escribe muy lento para lo que se considera normal en los niños de su edad.
- Se sienta muy cerca de la televisión para verla con claridad.
- Se tapa o guiña un ojo para ver mejor.
- Sufre fotofobia o tiene problemas para adaptarse a ver en lugares oscuros.
- Frunce el ceño para leer.
- Sus ojos se irritan o le lloran.
- Parpadea con mucha frecuencia.
- Durante las actividades deportivas tropieza fácilmente, tiene muy mala puntería o recibe balonazos o golpes frecuentemente por no calcular bien las distancias y posición.
Si se observan estos síntomas en el niño o si su rendimiento escolar desciende, sin que exista una causa pedagógica o emocional, puede ser necesaria una visita al oftalmólogo.
Existe la creencia errónea de que hasta que el niño no aprende a leer, no es necesario realizar una revisión de la vista, pero nada más lejos de la realidad.
Los oftalmólogos pediátricos cuentan con juguetes, dibujos, fichas de colores, figuras… que utilizan en las pruebas para la detección de problemas de visión en niños muy pequeños. No es necesario que sepan leer, ni que sean capaces de explicar a la perfección lo que notan en sus ojos
Cuando se lleva a cabo una revisión de la visión infantil, se debe incluir una historia clínica con los antecedentes familiares, y una exploración completa dilatando la pupila.
Vissum Corporación Oftalmológica