Si queremos trabajar patrones alimenticios con niños, es primordial realizar un análisis previo de cómo están siendo nuestros propios patrones de alimentación. Si tenemos hábitos saludables, si tenemos una dieta variada y equilibrada, si tenemos un control horario de nuestra toma de alimentación, entre otros.
Coherencia y hábitos en la alimentación familiar
Los niños y niñas necesitan coherencia por nuestra parte, transmitirles un hábito y ser consistentes, esto es no cambiar la pauta cada poco tiempo, o ser consentidores cambiando el hábito para evitar conflictos con ellos porque no les agrade o protesten.
Siempre utilizaremos una visión educativa, la prohibición de alimentos sin explicar por qué, esconder los dulces o reñir ante pautas inadecuadas hace que muchas veces los niños pongan más foco de atención en ese alimento en sí, o que generen tensiones o emociones negativas a la hora de comer.
Explicarles qué alimentos son buenos para ellos y por qué, cuándo podrán comer alguno de los dulces o snacks que tanto le apetecen, que a veces tendrán que comer menos cantidades de las cosas porque les pueden sentar mal y ponerse malos… Intentar unificar los menús de toda la familia y si es posible una de las comidas del día, como mínimo, realizarla todos juntos.
La alimentación en menores con necesidades educativas especiales
Con aquellos menores que padecen necesidades educativas especiales tendremos en cuenta las posibles características de cada caso: si existe autonomía motriz, si hay que incidir más en el control de impulsos, tener en cuenta si necesitan algún tipo de dieta, si necesitan útiles de alimentación adaptados y el entrenamiento con ellos para su uso.
Actividades para adquirir hábitos alimenticios saludables
El juego es una herramienta infantil esencial para favorecer el aprendizaje, por lo que en el terreno de la alimentación también se puede utilizar como espacio creativo para educar.
A continuación proponemos algunos ejemplos de actividades de alimentación para que niños y niñas adquieran hábitos saludables.
Actividad “Hacemos el menú”
El objetivo es que los niños y niñas se impliquen a la hora de pensar en la alimentación de toda la familia, aprendiendo los diferentes grupos alimentarios necesarios para una buena nutrición (a partir de los 6 años).
El sábado se les propondrá que planifiquen el menú de las cenas de la semana para toda la familia. Para ello se les explicara que deberán incluir: verduras, pescado, carnes, legumbres, pastas, frutas y lácteos.
Después de que los niños y niñas preparen los menús solos, los padres y madres los supervisarán, harán las correcciones si fuera necesario y, entre todos, se preparará la lista de la compra.
Es muy importante que los padres y madres les den la libertad necesaria para que sean ellos los verdaderos protagonistas de la semana.
La actividad se complementará realizando un cartel con el menú de la semana que se colocará en la cocina, a la vista de todos.
Actividad “Yo como solo”
El objetivo es que el niño o la niña relacione la hora de comer como algo divertido y necesario, y no como una obligación (a partir de 1 año).
Pensaremos en la comida que menos le guste al escolar, luego mamá o papá dirán el nombre de alguno de los miembros de la familia, y al que le toque tendrá que comer una cucharada y cada uno comerá cuando le llegue su turno. Cada vez que le toque a los padres o madres dirán: “mmmm, ¡qué rico, qué bueno!”.
Se intentará no darle de comer en la boca a los niños, sino que cada uno termine su plato. Al finalizar el juego, se les dará de premio algo rico de postre (que no sean chuchearías ni bollería).
Juego del semáforo
El objetivo es el conocimiento de la dieta adecuada y de los alimentos que van a comer.
Los pictos son grandes herramientas para trabajar la comprensión en nuestros hijos por ello podemos trabajar con pictos del ámbito de la alimentación y separarlos en grupos de colores como el semáforo.
Los pictos que se incluirán en el color rojo serán aquellos que tomaran en pocas ocasiones, están más prohibidos, aquellos que están en el color amarillo se tomarán con más frecuencia que los anteriores, y los alimentos que se incluyan en el grupo verde serán de consumo habitual. Luego los niños pueden intentar pintar un semáforo o señalar con el dedo u otros útiles aquellos alimentos que entiendan que van incluidos en cada grupo.
Si utilizas algún juego o dinámica que podamos compartir con el resto de lectores no dudes en describirla.
El apoyo de un nutricionista puede ser de gran ayuda para definir una alimentación adecuada para todos los miembros de la familia. En Masquemedicos encontrarás a los mejores nutricionistas de Madrid, Barcelona, Marbella, y el resto de España.