En este viernes de cine dejo una película que en su día me pareció dura y que quizá el verano es una buena época para volver a visualizarla y poder reflexionar sobre ella con más calma. La habitación del hijo. Esta película europea es dirigida por el director Nanni Moretti y nos muestra la historia de una familia donde Giovanni, el padre como personaje principal, trabaja de psicoanalista y vive con su mujer Paola y sus dos hijos Irene la mayor y Andrea el pequeño por el que parece mostrar mayor implicación. Se muestra un estilo de vida de Giovanni estructurado, llega incluso a ser rígido con sus costumbres con su familia y sus momentos de ocio como las largas carreras por la ciudad.
Sinopsis. La habitación del hijo
Una tarde Giovanni planea ir a correr con Andrea, que parece necesitar pasar un rato con su padre pero momentos antes de irse juntos un paciente le llama por teléfono y le plantea una urgencia clínica por lo que Andrea debe de irse al plan solo y al final este decide irse a bucear con sus amigos. Esta decisión marca el inicio de un giro en la vida de todos pues el chico sufre un accidente y fallece. Una de las experiencias más dolorosas que se pueden vivir, la muerte de un hijo.
A partir de ahí la habitación de Andrea pasa a ser un lugar sagrado donde su padre maneja sus sentimientos de culpa. Se muestran los sentimientos llevados al extremo el odio por el paciente que lo llamo, la culpa, la sustitución del amor por intentar no pensar en otros, la sensación de irrealidad y pérdida de atención en el día a día como si este fuera ficción.
A nivel psicológico la película muestra como canalizar ese dolor por el duelo, como se sienten el resto de los miembros de la familia para que podamos entender que en estas situaciones además del plano individual también se debe de buscar el soporte colectivo. El padre se cuestiona la continuidad con su trabajo no es capaz de romper barreras y sentarse con la realidad del otro como hacía desde su calma anterior. La memoria vital ¿Con que nos quedamos?
Muchas cuestiones difíciles de filtrar que no se hacen con forma efectista sino con un tono lento que quizá cala más lento pero que pueden ser respetuosa con aquellas personas que hayan podido vivir una experiencia similar.
Película que puede suponer una terapia para mostrarnos que el dolor existe a nuestro lado anestesiado o vivo, que no hay antídotos y que quizá debemos de disfrutar más para poder aceptar mejor lo inesperado de vivir.
Premios. La habitación del hijo
Cannes: Palma de Oro y FIPRESCI (2001)
2001: Nominada al Cesar: Mejor película extranjera (2001)
2001: Premios del Cine Europeo: 5 nominaciones incluyendo mejor película (2001)
2000: Premios David di Donatello: 3 premios incluyendo Mejor película. 12 nominaciones (2000)