Sí, es posible que este no sea más que otro post sobre como la web 2.0 ha transformado las profesiones y las áreas de negocio. Pero en realidad es más un post sobre cómo aún hay sectores que se resisten a ver esa transformación, como una parte del sector médico. Que no queramos ver algo y nos tapemos los ojos no significa que no esté sucediendo.
La relación entre el médico y el paciente siempre ha sido profundamente 1.0: nadie, excepto los círculos más íntimos del paciente, sabe que es lo que ocurre en una consulta médica, desde la visita hecha por el médico de cabecera hasta consultas más complejas de especialidades como la odontología o la ginecología. Cuando llega la web 2.0, llegan los blogs, los foros, las redes sociales, páginas con opiniones sobre médicos o clínicas, como la nuestra... entonces de repente aparece la bidireccionalidad.
Ahora el paciente opina sin tapujos, tiene un mecanismo de expresión de su experiencia con el médico que antes no tenía. Ya no es decir “pues el médico de cabecera ni me miró” a tu vecino, ahora es ponerlo en una web y que cualquiera pueda leerlo. Al igual que puede poner lo feliz que se ha quedado con su dentista o que le ha puesto una demanda a su otorrino, por ejemplo. Esta es la realidad 2.0 (como lo es para la prensa, para la música, para la política, para tantas otras cosas): ¿qué puede hacer el médico al respecto?
El modo de afrontar la web 2.0 por parte de los profesionales es fundamental. Las relaciones han cambiado en este nuevo medio y cabe reflexionar y preguntarse cómo adaptarse a esta nueva realidad, si las relaciones tienen que cambiar en más aspectos. Un médico tan implicado en la red como Julio Mayol levantó la liebre hace unos meses en su blog: ¿debería cambiar la obligación del secreto profesional del médico hacia su paciente?, se preguntaba entonces. Tal vez -reflexionaba- si el paciente puede desvelar lo que ocurre en la consulta, el médico también deba poder defenderse abriendo el secreto profesional. Los comentarios al respecto en su blog son muy reveladores.
Precisamente plataformas como Masquemedicos ayudan a que la comunicación 2.0 paciente-médico sea aún mayor. El espacio que comparten es común, no sólo el paciente entra a dar su opinión (positiva en más del 70% de los casos, ojo), sino que el médico puede también observar qué demandan sus pacientes, puede responder dentro del mismo marco donde es mencionado, puede, en fin, utilizar una herramienta tan poderosa de comunicación como Internet en su propio beneficio.
Seguiremos hablando de ello.
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Las nuevas tecnologías deben ser utilizadas con responsabilidad y seriedad. La información que llegue al paciente debe ser formulada de manera correcta y veraz. Y esto es una labor de todos los que trabajamos en el sector.
Poseemos (doctores y pacientes) una poderosa arma de comunicación que la tenemos a nuestro alcance más inmediato. Para nosotros es muestra de transparencia absoluta.
http://www.facebook.com/notes/cl%C3%ADnica-doctor-mira/el-deber-de-la-informaci%C3%B3n-en-la-medicina/300550160031389