Recibimos varios pacientes con piercings en los labios o en la lengua. La mayoría de doctores y la Academia Dental Americana desaconsejan esta moda porque incrementa el riesgo de enfermedades bucales, además de problemas como los que enumeramos a continuación:
Cicatrices queloides
Un queloide es una cicatriz hipertrofiada, fibrosa y benigna que se presenta por diferentes causas durante el proceso de cicatrización de una herida. Son dolorosas al tacto y de color rojizo inicialmente. No son precancerosas, pero al ser grandes, levantadas y muy molestas son difíciles de tratar. Además no existe la posibilidad de removerlas quirúrgicamente.
Recesiones gingivales
Las recesiones gingivales hacen referencia al descarnamiento de los dientes causado por la pérdida parcial de la encía que los cubre. Un piercing en la lengua puede provocar recesiones en la cara interna de los incisivos; uno en el labio inferior puede provocarlas en los incisivos de la arcada inferior. Suelen aparecer entre los 6 meses y los 2 años desde la colocación del piercing.
Traumatismos
Los piercings de la lengua pueden provocar pérdida del gusto, tacto, y deformidades. Además de dolores asociados a hematomas que pueden encapsularse y provocar infecciones.
Doctor Pedro Pérez Cuesta
Clínica de Odontopediatría y Ortodoncia COped en Masquemedicos