Los recuerdos ayudan a no perder la identidad tras un ictus

Escuela, bicicleta, heladería, piscina… ¿Qué nos viene a la cabeza cuando alguien nos lanza una palabra clave, cualquiera de estas u otras? A cada uno de nosotros, probablemente, nos evocará recuerdos diferentes. Decía Gabriel García Márquez que la vida “no es la que uno vivió sino la que uno recuerda”. Si perdemos los recuerdos, perdemos nuestra identidad, por eso los terapeutas ocupacionales trabajan la memoria y los recuerdos en la rehabilitación de los pacientes con ictus, por ejemplo.

Para Jesús Marta, terapeuta ocupacional y educador social en Gesto Terapia, los recuerdos “no son solo un cúmulo de vivencias sino que están asociados a algo, a una imagen, a un sonido, un sabor, un olor… y esto mueve una gran cantidad de sensaciones”. Así lo explicó en la conferencia organizada por la Asociación Ictus de Aragón (AIDA) en el Centro Ibercaja Actur de Zaragoza. Los recuerdos son únicos, aunque dos personas hayan tenido las mismas vivencias cada uno las percibe y las recuerda de distinta manera.

¿Qué ocurre con las capacidades cognitivas tras el ictus?

La atención, la capacidad espacial, el lenguaje, las funciones ejecutivas y la memoria son las áreas más afectadas en las personas que han sufrido un ictus. La mayoría conservan la memoria a largo plazo, “recuerdan sucesos del pasado, pero sin embargo están más limitados en la memoria a corto plazo”, señala Jesús Marta.

Los terapeutas ocupacionales trabajan con los pacientes de ictus con diferentes técnicas de trabajo para ayudar a recuperar la memoria. A través de las reminiscencias, partiendo de ellas tratan de despertar los recuerdos. Las fotografías, los sabores o los olores son otras herramientas habituales en la rehabilitación, ya que entran ahí “los sentimientos y los sentidos que generan estímulos”, explica Jesús Marta. También lo es el método de la palabra clave para provocar recuerdos. A cada uno de nosotros una misma palabra nos trae escenas o momentos de nuestra vida que nada tienen que ver con las vividas por otras personas.

Estimular el cerebro

“La técnica con la que trabajo de los recuerdos quiere favorecer el uso y mantenimiento de capacidades cognitivas como  la atención, la percepción, o la planificación”, subraya. Se trata de una técnica aplicable para el ictus pero también a otras patologías que llevan asociadas limitaciones cognitivas directamente relacionadas con la memoria, por ejemplo demencias, alzhéimer o deterioros cognitivos leves.

Recuperar la memoria a través de los recuerdos es ganarle terreno al ictus que se ha sufrido, es retomar de nuevo la vida. No es fácil, ni siempre es posible, pero la terapia y las técnicas de trabajo permiten abrir una puerta a la esperanza de la recuperación.

La memoria y los recuerdos nos permiten reconocernos, saber quiénes fuimos, cómo era nuestra vida… ¿Si recopilamos los recuerdos? ¿y si lo hacemos antes de perderlos?

Melania Bentué (Estrategias de Comunicación)

Blog de de Zoe (Blog de la autora)