La transexualidad (ya sea de hombre a mujer o de mujer a hombre) se da cuando una persona tiene una identidad de género distinta a la indicada por su cuerpo de nacimiento. Se caracteriza por la insatisfacción e incomodidad con el sexo anatómico y por el deseo de vivir y ser aceptado como individuo del sexo opuesto. Ser transexual no es una enfermedad; es una identidad sentida y vivida desde la infancia.
La situación constante de contradicción entre cuerpo y mente suele empujar a la persona transexual a solicitar ayuda profesional. Ahora bien, antes de acometer cualquier tipo de tratamiento o intervención, es necesario que sea tratada por un equipo multidisciplinar, integrado por especialistas en diferentes campos: endocrinos, cirujanos plásticos, psicólogos, psiquiatras, etc. El manejo de este tipo de pacientes exige tanto un tratamiento médico como un importante apoyo psicológico.
El endocrino será el encargado de controlar la hormonación, un proceso básico que se prolongará a lo largo de la vida del paciente. La atención psicosocial también es conveniente que se extienda a lo largo de todo el proceso.
Una vez que se ha realizado un estudio psicológico pormenorizado y que se han sentado las bases con el endocrino, se puede acceder a la cirugía de reasignación sexual.
¿Qué es la mastectomía subcutánea?
Dentro del campo de la cirugía de reasignación de sexo de mujer a hombre, la mastectomía subcutánea es la primera intervención que se realiza. Se trata de un procedimiento cuyo objetivo principal es eliminar el tejido glandular mamario.
Es una intervención de suma importancia ya que con ella se consigue un tórax plano que resulta anatómica y estéticamente masculino. La operación variará en función del grado de desarrollo mamario y del exceso cutáneo y glandular que exista, de ahí la importancia de realizarla lo mas precozmente posible.
Además de eliminar la mama también se elimina el exceso de piel y, en ocasiones, hay que reposicionar el complejo areola pezón, ya que en mamas grandes y con exceso de piel éste se encuentra caído. Se trata de un acto quirúrgico complejo que exige una profunda exploración física del paciente y un estudio de sus características en lo referente a los tejidos, el tamaño de la mama, la composición glándulo-adiposa… En líneas generales, se pueden destacar distintas intervenciones para afrontar la mastectomía subcutánea, que varían en función del tamaño y la forma de las mamas:
Liposucción
Si las mamas son pequeñas y cuentan con escaso componente glandular se puede optar por una intervención poco agresiva como la liposucción, mediante la que se consigue un contorno del tórax adecuado.
Liposucción con mastectomía subcutánea a través de incisión hemiareolar inferior
Combina la liposucción con la extirpación del componente glandular a través de una pequeña incisión hemiareolar inferior, es decir, la incisión se realiza justo en el borde de la areola, donde la piel más oscura se une con la zona más clara del pecho, lo que ayuda a disimular la cicatriz
Mastectomía subcutánea y eliminación de piel sobrante
Cuando la mama es grande, además de realizar la mastectomía subcutánea, se tiene que extirpar la piel sobrante a modo de reducción mamaria. Esta intervención se diseña en función de las características del paciente. En ocasiones también es necesario realizar un injerto de areola para reposicionarla.
Como conclusión podemos decir que la mastectomía -en el contexto de masculinización del tórax femenino- ocupa un papel relevante en el proceso de cambio de género, no solo porque es un punto de no retorno, sino porque es la primera intervención quirúrgica a la que se someten este tipo de pacientes. De su éxito dependerá, en buena medida, que el proceso de cambio de sexo sea lo menos traumático posible.
Dr. Roberto Moltó: especialista en cirugía de mamas
Clínica Dr. Moltó en Masquemedicos