La microcefalia está causando mucha preocupación con motivo de la propagación del virus Zika, que causa esta patología en recién nacidos cuando la madre se contagia, máxime en este momento en que ha sido confirmado el primer caso en España de una mujer embarazada, entre 13-14 semanas de gestión. La microcefalia se refiere al crecimiento cerebral, que tiene mucha relación con el tamaño del cráneo. Los neurólogos consideran que existe esta patología cuando se encuentran al menos dos desviaciones por debajo de los indicadores normales de tamaño. Entre sus síntomas están la hiperactividad, del lloro exagerado, las convulsiones, el retraso en el desarrollo, los movimientos compulsivos de piernas y brazos, etc. Por ahora no hay un tratamiento específico.
Su prevalencia antes de la propagación del virus era de uno o dos casos por cada 10.000 nacimientos de bebés vivos, pero ahora llama mucho más la atención. Puede llegar a ser difícil de detectar, porque solo puede observarse en las ecografías prenatales cuando existen al menos tres desviaciones por debajo del índice normal.
Sin embargo, es posible detectar en el vientre materno otros marcadores de poco desarrollo cerebral, como surcos o dilatación de los ventrículos que pueden ayudar a establecer un diagnóstico e iniciar un posible tratamiento precoz. Otros factores de riesgo de la microcefalia pueden ser genéticos, por lo que se puede prever haciendo un estudio de los progenitores.
En estos momentos, la preocupación va en aumento debido a la propagación del virus zika, que la Organización Mundial de la Salud, OMS, ha declarado como emergencia global y que ya se ha extendido a varios países de América del Sur y que podría provocar microcefalia en los recién nacidos cuyas madres han sido contagiadas. La OMS considera que hay indicios suficientes para adoptar medidas urgentes de forma más rápida y por eso ha reunido a un Comité de Emergencias compuesto por 12 miembros expertos en salud pública, epidemias y enfermedades infecciosas.
Para esta organización, el virus se está propagando de forma explosiva y podría llegar a infectar a cuatro millones de personas en este continente. Por ahora, la medida más necesaria es controlar la población de mosquitos responsables de la transmisión. En el caso español no existe riesgo de propagación del virus, según los epidemiólogos, y los casos que existen están dentro de lo normal.
Por ahora, la OMS no ha podido establecer un vínculo entre la microcefalia en recién nacidos y este virus, aunque muchos expertos consideran que hay una relación directa. De todas formas, esta organización recomienda a las embarazadas que extremen las precauciones y por ahora no ha dado la alerta sanitaria en cuestiones de transporte o viajes a los países afectados, aunque habrá que estudiar el desarrollo de la enfermedad y tratar de determinar la relación con estos síntomas en los bebés.