El embarazo, el parto y la lactancia pasan factura al cuerpo de la mujer. Por eso, cada vez son más las pacientes que acuden a las clínicas de cirugía plástica, estética y reparadora con la intención de recuperar la figura que tenían antes del embarazo.
El procedimiento conocido como “Mommy makeover” hace referencia al conjunto de intervenciones destinadas a conseguir ese cambio de imagen.
Ahora bien, no es un procedimiento que se pueda realizar tras dar a luz, se recomienda esperar un mínimo de seis meses, ya que el cuerpo necesita tiempo para sanar. Es más, si la mujer planea dar el pecho es mejor esperar hasta el final de la lactancia.
Para que el cuerpo se vaya recuperando es importante llevar una vida saludable durante el periodo posparto, realizando ejercicio físico y siguiendo una dieta equilibrada. Desafortunadamente, en muchas ocasiones la dieta y el ejercicio no son suficiente.
Es posible que las hormonas del embarazo hayan hecho que el cuerpo desarrolle nuevos depósitos de grasa. Incluso si la paciente pierde todo el peso que tenía antes del embarazo, es posible que descubra que hay acúmulos grasos que no desaparecen.
Las áreas principales que sufren modificaciones en el embarazo son los senos y el abdomen. Durante el embarazo y la lactancia, los senos tienden a agrandarse y, cuando vuelven a la “normalidad”, sufren una pérdida significativa de volumen. También es habitual que otras partes del cuerpo luzcan descolgadas, ya que los músculos se estiraron previamente para acomodar al bebé.
¿Qué intervenciones conforman el Mommy makeover?
Aumento de pecho después del embarazo
Se aumenta el tamaño del pecho empleando implantes mamarios o transferencias de grasa propia. Además del tamaño, el procedimiento restaura el volumen perdido y mejora la asimetría.
Mastopexia o levantamiento de senos
Elimina el exceso de piel del pecho y tensa el tejido circundante para remodelar el seno y devolverlo a su posición habitual. Este procedimiento también puede reparar una areola agrandada.
Reducción de senos
Se elimina el exceso de grasa mamaria y tejido glandular para crear unos senos más proporcionados. No solo los senos se verán mejor, sino que también se aliviarán las molestias asociadas acontar con unos pechos más grandes de lo normal.
Abdominoplastia
Con este procedimiento se elimina el exceso de grasa y piel del abdomen, además de tensar la musculatura abdominal (se soluciona la separación de los músculos rectos abdominales). El objetivo es conseguir un área abdominal firme y tensa.
Lifting corporal
Se elimina el exceso de piel flácida y grasa de la zona abdominal, los glúteos y los muslos. Este procedimiento ayuda a dar forma a estas áreas y a mejorar la superficie de la piel con hoyuelos.
Liposucción
Se extrae o aspira la grasa de los muslos, las caderas, las nalgas, la parte superior de los brazos, el abdomen y la cintura. Con este procedimiento no se obtiene ningún efecto sobre la distensión de la piel o de los músculos. Por eso se recomienda simultanearla con una abdominoplastia.
Lifting vaginal
Es una intervención destinada a recuperar el tono vaginal y reducir la incontinencia de esfuerzo.
Antes de cualquiera de las intervenciones detalladas, es importante que la paciente alcance su peso previo al embarazo. La estabilización del peso es importante porque significa que el cuerpo se ha recuperado del embarazo y el parto.
Como hemos comentado anteriormente, también se recomienda a la paciente haber terminado de dar el pecho seis meses antes de someterse a algún procedimiento, ya que mientras se está amamantando, los senos cambian de forma y tamaño. Se necesita tiempo para que vuelvan a la normalidad.
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Dr. Julio Puig en Masquemedicos