Este viernes de película os dejo un film basado en un libro que en su día me gustó mucho, Un Monstruo viene a verme. Libro de Patrick Ness, basado en una idea de Siobhan Dowd que falleció antes de poder escribirlo. El libro ha sido galardonado en su día, después de su publicación en diecisiete países, con diferentes premios: Premio Nacional Galaxy, votado por libreros y el premio The Red House, votado por niños. Además tiene otros premios de reconocimiento internacional.
Esta historia nos muestra como la fantasía puede llevarnos al camino de la verdad y la realidad. Connor O´Malley es un niño de trece años que empieza a vivir una etapa compleja de su vida. Su inicio de la adolescencia se junta con la separación de sus padres y la dura enfermedad de su madre. Todas las noches se despierta a las doce con la misma pesadilla. Una noche algo cambia, cuando un monstruo aparece en su jardín con intención de llevarle por un camino sin retorno.
El encargado de convertir este libro a película ha sido Juan Antonio Bayona. Un Monstruo viene a verme se graba en 2016 con un reparto de prestigio, participando Felicity Jones, Sigourney Weaver, Liam Neeson o Geraldine Chaplin. El resultado me ha parecido interesante aunque para ser una película le achaco un exceso de narrativa, que puede hacerla algo pesada en momentos.
La película también tiene demasiadas capas, por lo que resulta difícil profundizar con calidad en todas. Aun así ha conseguido la difícil tarea de llevar al espectador a un viaje. Este viaje que compagina el mundo abstracto, con el mundo real y eso no suele ser habitual. Nos ha enseñado cómo el mundo de los niños a veces se llena de emociones negativas, como la frustración, la ira, la culpabilidad, la soledad. Estas emociones existen dentro de uno mismo y no es tan fácil ser capaces de expresarlo. Esto es normal en personajes que como Connor muestran un grado de madurez alto y viven momentos de dificultad en su entorno cercano.
Introspección y psicología infantil en Un Monstruo viene a verme
A nivel de psicología infantil la película trata el tema de la muerte y cómo lo elabora un niño. Así como la madre que es consciente de la difícil situación que vive su hijo e intenta empatizar a pesar de estar enferma. Un ejemplo de ello podría ser cuando en un momento de la película la madre encuentra toda la casa con muebles y objetos rotos. Ella se sienta con él para decirle: “Es normal que estés enfadado. Yo también estoy enfadada. Si tienes que romper cosas, por Dios, rómpelas” para favorecer que exprese por algún canal todo eso que el menor no dice pero siente. Siempre es positivo que no ocultemos emociones. La realidad está y no por no hablar de ello va a desaparecer.
Otro tema que toca y que engloba la psicología infantil es el afrontamiento del acoso escolar. Connor vive el acoso de algunos compañeros a la salida del colegio, en la cafetería… Se lo calla con la finalidad de no generar más problemas y preocupaciones en casa. El monstruo le ayudará para intentar defenderse aunque no sea con las mejores herramientas.
La película, como todas las de Bayona me parece técnicamente muy buena, lo que facilita como espectador el introducirnos rápido en la historia. La parte de ficción y la música son muy bonitas y favorecen que nuestra parte sensible salga a flote.
No esperes una película de terror o de miedo, la publicidad ha podido guiarte en ese sentido y no es el enfoque adecuado, pero si este viernes te apetece profundizar en la introspección, la vida y la muerte, la fantasía y la realidad, la infancia y los adultos y dejarte llevar por todo ello Un Monstruo viene a verme. Disfrútala.