Este mes en el que esperamos con ganas la película de J.A. Bayona, Un Monstruo viene a verme quiero tener en cuenta, para aquellos que son capaces de dejarse llevar por un mundo de fantasía, la película japonesa de animación El niño y la bestia.
Mamoru Hosoda muestra en este film una película optimista, didáctica, que nos muestra la honradez, la lealtad, el amor y la enseñanza como una parte importante de la cultura. No os ofrezco un relato imprevisible en esta película pero lo importante no es siempre un contenido contundente e innovador sino las historias contadas con sencillez y cierta belleza.
Un niño de Tokio pierde a su madre y decide irse de su familia porque no siente que es su hogar, en su camino se encuentra con Kumatetsu una bestia de la que se acaba convirtiendo su aprendiz. Tokio aparece grande y con sus espacios poderosos y “el otro mundo” colorido y sencillo. A medida que pasa la película podemos observar y hacernos preguntas ¿Qué valor tiene la familia para nosotros? ¿El rol de padre se construye en el camino o el vínculo es lo importante? ¿Cómo de importante es la adaptación al medio?
La película no deja de lado la parte de la historia que crea un reto y hay alguna aventura por eso es una película que puede verse con el público infantil pero que es interesante que el adulto este al lado y pueda darle el sentido personal a la par.
En nuestro país este film se presentó en la 63 edición del festival de cine de San Sebastián, convirtiéndose en el primer film de animación en optar a la codiciada Concha de Oro.
2015: Festival de San Sebastián: Sección oficial largometrajes
2015: Premios Annie: Nominada a Mejor película independiente
2015: Festival de Gijón: Sección oficial largometrajes de animación