La obesofobia se define como el miedo a engordar, también hace referencia al temor que puede sentir una persona por perder su forma física, en general se refiere al rechazo a la obesidad y el sobrepeso. También se conoce en la literatura médica como pocrescofobia.
Obesofobia y sociedad
Vivimos en una sociedad en la que la “belleza” se asocia con la delgadez. Las personas que no encajan dentro de esos estándares pueden sentirse discriminadas, e incluso pueden verse ridiculizadas por otros.
La presión social a la que están las personas con obesidad es grande, desde la dificultad para encontrar ropa de su talla, hasta ser acusados de llevar una vida sedentaria y comer de manera excesiva. Sin embargo, muchas veces la causa de su sobrepeso no tiene nada que ver con esto.
A través del aprendizaje y los procesos sociales, la sociedad moldea nuestra forma de pensar. A las personas con problemas de sobrepeso y obesidad se les culpa de no ser capaces de poner remedio a su problema. Cuando una persona sube de peso, automáticamente la sociedad le acusa de no ser capaz de seguir una dieta saludable y/o hacer ejercicio, achacando la obesidad a una falta de fuerza de voluntad. Se generan así muchos prejuicios sobre la personalidad estas personas, y se ponen en duda sus capacidades.
Todo ello provoca en muchas personas el miedo a engordar u obesofobia.
La obesofobia es prevalente en las mujeres
El temor a engordar pueden desarrollarlo tanto los hombres como las mujeres, pero estas últimas generalmente tienen actitudes más negativas hacia la imagen corporal.
Las mujeres pasa por periodos de embarazo, lactancia, alteraciones menstruales. Eso unido a una disminución de la actividad física, y/o al padecimiento de alguna patología, puede tener gran influencia en su miedo a engordar. Y puede llevarles a acciones radicales para no subir de peso.
Por todo ello, al igual que los trastornos de la alimentación, la obesofobia o pocrescofobia es más prevalente en las mujeres que en los hombres. Y es más probable que se presente durante la juventud que en la madurez. Existe la idea de que la delgadez equivale a belleza, juventud y éxito, especialmente en el caso de las mujeres.
Apoyo psicológico a personas con obesofobia
El debate sobre quién es el culpable no aporta ninguna solución. Es necesario determinar las causas primarias de la obesidad para poder prevenirlas y trabajar en ellas. Los hábitos pueden ser modificados, pero culpando a las personas y juzgándoles por una supuesta falta de fuerza de voluntad no se logra ese cambio necesario.
La obesofobia puede ser peligrosa para aquellas personas que la padecen, llevándolas en muchos casos a padecer anorexia o bulimia, entre otros trastornos alimenticios. Por esta razón es necesario concienciar a la sociedad sobre la gravedad de este problema, para lograr así estilos de vida saludables.
El apoyo psicológico es primordial para las personas con obesidad o trastornos de la alimentación y le aporta grandes beneficios. Les ayuda a lograr sus objetivos físicos y a sentirse mejor consigo mismas.
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