Ortodoncia durante el embarazo: Todo lo que debes saber

Actualmente, la treintena es una edad en la que es habitual tanto el embarazo como los tratamientos de ortodoncia, sobre todo por su popularización a consecuencia de la aparición de dispositivos más eficientes y discretos.

En efecto, posponer el embarazo hasta los treinta y tantos o incluso la cuarentena hoy no nos resulta algo extraño, y aun habiendo disminuido la natalidad, también es la edad del segundo o más niños.

Por otro lado, también es un momento en el que las mujeres se someten a tratamientos de ortodoncia, motivadas por los mencionados avances. Así pues, la coincidencia entre embarazo y ortodoncia es hoy en día más común de lo que nunca lo fue, con lo que ello supone de cara a plantear dudas y requerirse una clara orientación al respecto.

Independientemente de la edad en la que se planifique o produzca el embarazo y los tratamientos dentales de ortodoncia, cuando se pretende hacerlos coincidir o sencillamente lo hacen es importante informarse al respecto.

¿Pueden coincidir embarazo y ortodoncia?

Para las mujeres embarazadas o que están planeando concebir se plantea la cuestión de la coincidencia del embarazo y el tratamiento de ortodoncia. En principio, la respuesta es afirmativa.

Es decir, salvo excepciones, sí se pueden hacer coincidir ambas circunstancias sin correr riesgos especiales, pero deben tomarse ciertas medidas y, sobre todo, seguir el consejo del especialista sobre nuestro caso en particular.

¿Dónde está el problema de la ortodoncia durante el embarazo?

Como es bien sabido, el embarazo supone un cambio hormonal en la mujer, así como un debilitamiento del estado de las encías. Cada mujer sufrirá alteraciones a nivel físico y psicológico de forma distinta, pero por lo general las encías se inflaman y son más propensas a la Gingivitis.

Se trata de una alteración que desaparece al final del embarazo, pero nuestro objetivo es plantearnos su simultaneidad con el mismo. En este caso, por ejemplo, el uso de los frenos es un factor de riesgo adicional.

Los problemas de cada paciente dependerán del estado de salud de su boca, tanto antes del embarazo como cuando éste va avanzando, así como del tipo de ortodoncia que vaya a aplicarse o se esté aplicando.

Necesidad de ajustes de la Ortodoncia durante el embarazo

A la hora de llevar a cabo un tratamiento de ortodoncia, la mujer embarazada podría necesitar ajustes en el tratamiento, tanto en lo relativo a la frecuencia de citas, al dispositivo o incluso aconsejarse su suspensión.

Si el tratamiento de ortodoncia exige la extracción de dientes es importante dar a conocer al dentista el estado de buena esperanza, incluso en los primeros meses, cuando es prácticamente imperceptible. De este modo, podrá valorar la conveniencia a la luz de otras circunstancias del paciente, así como aplicar productos anestésicos adaptados o valorar la conveniencia de realizar radiografías dentales.

Por lo tanto, seguir con un tratamiento de ortodoncia o iniciarlo cuando la mujer está embarazada o va a estarlo no tiene por qué ser incompatible. Salvo casos concretos, como embarazos de alto riesgo o si se tienen ciertas enfermedades, nada lo impide.

Aun así, es importante tener en cuenta que el primer trimestre del embarazo es el más delicado para la formación del feto. A partir de éste, será más seguro tratar problemas orales asociados al embarazo, como la enfermedad periodontal o la caries y, con respecto a la ortodoncia, también podría ser un buen momento para iniciarla, si no queremos esperar.

También es clave retirar la parte de la aparatología que pueda soltarse durante el parto. Por lo general, no se necesita una retirada completa, pero sí de aquellas piezas que puedan suponer un riesgo durante el parto en uno u otro sentido.

Cuidar la higiene bucal en el uso de ortodoncia durante el embarazo

Extremar la higiene bucal podría ayudar a no acentuar el fenómeno de la gingivitis al que hicimos mención, así como a mayor riesgo de caries. Siempre, teniendo en cuenta recomendaciones a la hora de saber cuándo lavarse los dientes, desaconsejándose hacerlo justo después de los típicas náuseas y vómitos.

La razón es sencilla, pero suele pasarse por alto. Y es que cepillarse tras esos vómitos, más frecuentes durante el primer trimestre, provocan que la acidez de la boca desgaste el esmalte dental con la fricción del cepillado.

En su lugar, se recomiendan los enjuagues, siendo preferible el agua tibia, sin más, y cepillarse pasado un tiempo. Sobre todo, es importante descartar los enjuagues bucales con contenido en alcohol.

Para resolver todas tus dudas acerca de este tema, acude al odontólogo, quien te ayudará y orientará durante todo el tratamiento. En Masquemedicos encontrarás a los mejores especialistas en ortodoncia de Madrid, Valencia, Fuenlabrada, y todas las localidades de España.

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