Los labios son, junto con los ojos, los protagonistas de nuestros gestos. Reflejan nuestro estado de ánimo, nuestras sensaciones y nuestros sentimientos. Además, cumplen una importante función para el organismo, ya que ayudan a realizar funciones fonéticas, digestivas y de expresión. Se tratan, sin lugar a dudas, de una de las partes más atractivas del rostro.
Pero debido a su localización, a su estructura y a lo delicada que es la piel en esta zona, los labios suelen ser un blanco perfecto para todo tipo de agresiones:
- Están más expuestos a las agresiones climatológicas.
- La piel que forma los labios contiene muy poca melanina, lo que provoca que cuenten con poca protección frente a la radiación solar.
- No tienen aceites de protección y es más fácil que se vuelvan resecos, escamosos, agrietados o irritados.
- No contienen glándulas sudoríparas ni glándulas sebáceas.
- El envejecimiento y el paso del tiempo provoca que se desdibujen, pierdan su expresividad y se vuelven más finos; además de aparecer arrugas en la comisura. Esto se debe, en gran medida, al descenso de la producción de colágeno.
Cómo se pueden tratar los labios: aumento y perfilado
Actualmente, el campo de la cirugía y la medicina estética ofrece un amplio abanico de posibilidades para mejorar el aspecto de los labios, desde tratamientos estéticos sin necesidad de cirugía, hasta operaciones más complejas. La mayor parte los tratamientos se enfocan en reestructurar el contorno, recuperar el volumen labial perdido y rectificar las imperfecciones de los labios. Antes de decidirse por un tratamiento hay que tener claro qué es el perfilado y qué es el relleno:
¿Qué es el perfilado de labios?
Como su propio nombre indica, el perfilado es un tratamiento que se centra en el reborde del labio, es decir, se encarga de rellenar el borde labial.
¿Qué es el relleno de labios?
Es el aumento del volumen del labio.
Tanto para el perfilado como para el relleno se suele emplear el ácido hialurónico, un producto biocompatible y reabsorbible por el propio organismo que se aplica mediante micro-inyecciones directamente en la zona de los labios, y que contribuye a reponer el ácido hialurónico natural perdido. Ahora bien, la forma de aplicar el ácido hialurónico varía en función de si se trata de un perfilado o de un relleno.
Para el perfilado las inyecciones se realizan en el reborde exterior del labio, es decir, en la línea que separa la piel del labio blanco con la del labio rojo. Lo que se consigue con el perfilado es generar un punto de tensión entre el labio y la piel, impidiendo de esta manera que la piel se pliegue y se formen arrugas, además de mejorar su definición y proyección.
En cambio, para el relleno, las inyecciones de ácido hialurónico se realizan directamente sobre el labio inferior, sobre el superior o sobre ambos, para aumentar su volumen. Se debe buscar un resultado natural, respetando la proporción y la armonía entre el labio superior y el inferior. Por poner un ejemplo, una cara fina no guardará equilibrio con una boca excesivamente gruesa.
El resultado del ácido hialurónico no es permanente, y suele prolongarse de 9 a 12 meses, en función de la calidad de la piel del paciente, de la exposición al sol, de si es fumador, de la mayor o menor gesticulación… Ahora bien, cuanto más se repita el tratamiento más durarán sus efectos, ya que se crea una especie de cimentación o estructura.
En general, el ácido hialurónico se infiltra en una sola sesión, aunque es conveniente revisar los resultados a los 7-10 días para realizar, o no, un retoque. Hay que advertir que el resultado inmediato tras el tratamiento no es el definitivo, debido al efecto de la anestesia local y a la inflamación que suele sufrir el labio. Siempre es mejor ir poco a poco, es decir, quedarse cortos en la cantidad de producto inyectada, que eliminar los excesos.
Dr. Julio Terrén: especialista en aumento, relleno y perfilado de labios
Dr. Julio Terrén en Masquemedicos
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