Las personas nos hacemos multitud de preguntas a lo largo de nuestros años de vida y en las sesiones clínicas una de las preguntas que aparece es ¿Por qué he llegado a ser infiel a mi pareja? O ¿Por qué y cómo ha podido llegar a serme infiel? Aunque no lo parezca todavía en nuestros tiempos la mayoría de las parejas dan mucha importancia a la fidelidad entendiéndolo como un sentimiento de compromiso e implicación con el otro.
Algunas de las explicaciones que he podido llegar a sacar en conclusión os las detallo a continuación:
- Sentimientos Devaluadores: Una vez que finaliza la etapa del enamoramiento, que pasa el tiempo y la idealización por esa persona ha disminuido confrontamos nuestro día a día con las conductas, emociones y contexto real de esa persona. A muchas personas les sucede que empiezan a ver que las expectativas que habían puesto en la relación no se han cumplido, que no sienten que haya objetivos comunes entre ambos o que se sienten poco valorados o deseados. También hay personas que son incapaces de disfrutar de las siguientes etapas de complicidad que surgen en la pareja pues no las viven como positivas sino como poco estimulantes o negativas.
- Falta de Libertad: En una pareja es de vital importancia que cada uno tenga su parcela de vida independiente del otro, es positivo para construir nuestro autoestima, para aportar cosas diferentes a la relación y para poder incluso valorar la presencia del otro. Aquellas parejas en las que aparece el compromiso y automáticamente hay una dependencia el uno del otro se ven sometidas a largo plazo a un desgaste que en ocasiones acaba en una búsqueda por parte de alguno de los dos de otra persona que les dé esa libertad. Respuesta obviamente negativa pues no estamos teniendo en cuenta a la otra persona ni somos capaces de comunicarnos para intentar resolverlo.
- Vida sexual insatisfactoria: En muchas parejas la vida sexual empieza a ser una rutina y se tiene como una especie de tabú a las conversaciones sobre sexo, sobre todo si hay cosas a modificar por miedo a incomodar al otro, generar conflictos o no saber ni siquiera que deseamos cambiar. Afortunadamente cada vez más parejas acuden a psicólogos, sexólogos y profesionales del ámbito para solucionar las dudas o dificultades que la pareja puede tener en este terreno.
- La Rutina: Todos hemos oído que la rutina es el fantasma que aparece en muchas relaciones y la realidad es que es cierto. Por múltiples factores que no tienen por que ser intencionados como el exceso de trabajo, la sobreatención a los niños u otros la pareja puede descuidar la relación entendiendo a la falta de tiempo juntos, baja frecuencia de detalles amorosos o incluso solo afectivos, pasar el tiempo que tienen siempre acompañados… Esto hace que aumente la posibilidad de que aparezca una tercera persona que genere un estímulo en el día a día y nos parezca que todo es más misterioso y más pasional que con nuestra pareja actual.