Nadie puede frenar el paso del tiempo. El proceso de envejecimiento es algo natural y no afecta de igual modo a todas las partes del cuerpo. La apariencia de la cara y el cuello normalmente cambia con la edad.
Una de las consecuencias del envejecimiento del rostro es la aparición de lo que conocemos como “flacidez facial”.
Causas de la flacidez facial
Las causas son diversas:
- Ralentización de la producción de colágeno y elastina, que son la base de una piel joven, ya que la dotan de firmeza, suavidad y flexibilidad.
- Perdida de volumen en la piel y los tejidos faciales.
- Adelgazamiento de la piel y pérdida de grasa a nivel facial.
- Debilidad muscular.
- Efectos de la gravedad a lo largo del tiempo.
- Pérdidas significativas de peso.
- Embarazos.
- Enfermedades y trastornos diversos.
Es importante remarcar que la piel se contrae de forma natural; el problema surge cuando se produce esa pérdida de colágeno y volumen que dificulta y/o imposibilita que la piel se retraiga como debería, lo que se traduce en flacidez. Si a esto le sumamos el adelgazamiento de la piel, la pérdida de volumen y grasa facial, el resultado es una piel descolgada y flácida con pliegues profundos.
Flacidez facial ¿Qué tratamientos existen?
Hay que tener claro que el proceso de envejecimiento no es reversible, pero sí que puede mitigarse con la ayuda de distintos procedimientos estéticos y quirúrgicos:
Lifting facial
Es la mejor opción para aquellas personas que cuentan con una piel muy flácida y que buscan una solución a largo plazo. Se trata de una intervención invasiva que se realiza bajo anestesia general.
A partir de distintas incisiones –que varían en su colocación y extensión en función del área a tratar- se estira y reposiciona la piel de la cara para mejorar el contorno facial y eliminar las arrugas.
Lifting de cuello
El lifting de cuello está diseñado para tratar el exceso y la flacidez de la piel que se acumula debajo del mentón y el cuello.
Gracias a este procedimiento se eleva la piel y tensan los músculos del cuello, eliminando la piel descolgada y el exceso de grasa.
Tratamientos para la flacidez facial sin cirugía
Si el paciente no quiere pasar por el quirófano, existen distintos procedimientos no quirúrgicos que también pueden mejorar el aspecto de la flacidez del rostro. Muchos de ellos se realizan de manera ambulatoria en menos de una hora y consiguen resultados inmediatos.
Radiofrecuencia facial
Consiste en elevar la temperatura de las capas más profundas de la piel mediante la aplicación de ondas electromagnéticas con el objetivo de estimular la producción de colágeno y elastina. Con la radiofrecuencia se consigue un efecto lifting, mejorando el tono y la textura de la piel. Se recomienda en pacientes que presenten casos leves y/o moderados de arrugas y flacidez facial. No requiere ni anestesia ni inactividad, los resultados se aprecian rápidamente.
Rellenos dérmicos
Consiste en aplicar mediante pequeñas microinyecciones bajo la epidermis del paciente sustancias como el ácido hialurónico, con el objetivo de restaurar volúmenes y rellenar surcos y arrugas de manera natural. Ahora bien, los rellenos dérmicos no son soluciones permanentes.
Mesoterapia facial
Es otra técnica mínimamente invasiva que consiste en aplicar mediante múltiples microinyecciones un cóctel de vitaminas, aminoácidos y sustancias como el ácido hialurónico que permiten una regeneración profunda de la piel, mejorando su aspecto y elasticidad. Al igual que sucede con los rellenos dérmicos, los efectos de la mesoterapia se diluyen con el paso del tiempo.
Láser y ultrasonidos
Funcionan de una manera similar a la radiofrecuencia, emitiendo calor en profundidad para estimular la producción de colágeno. Son muy útiles para casos leves y moderados de flacidez, o cuando hay que tratar tejidos dañados.
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Dr. Pedro Antolín en Masquemedicos
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