La otoplastia es un procedimiento recomendado para mejorar la forma y la posición de las orejas de una persona. Comúnmente conocida como cirugía estética de orejas, la otoplastia puede tratar una variedad de imperfecciones: orejas con deformidades, desiguales o demasiado grandes.
Pero, habitualmente, se realiza como medio para acercar las orejas prominentes o de soplillo a la cabeza mejorando la armonía de las facciones del rostro.
¿Qué son las orejas de soplillo?
Solemos decir que una persona cuenta con “orejas de soplillo” cuando sus orejas están excesivamente despegadas de la cabeza. Este tipo de orejas cuentan con unos rasgos muy característicos: pabellones auriculares más grandes de lo normal y con demasiada proyección.
Se trata de una alteración que no aparece de un día para otro; tienen su origen en una malformación de nacimiento (congénita), y son mucho más comunes de lo que podríamos imaginar.
Pese a que no suponen un problema para la salud de quien las padece, sí que pueden provocar problemas psicológicos, de autoestima y de relación en las personas. Desgraciadamente, suelen ser objeto de burla y mofa especialmente durante la infancia y la adolescencia.
¿Se pueden solucionar las orejas de soplillo sin realizarse una otoplastia?
Hay que tener muy claro que un remedio casero, nunca va a poder corregir imperfecciones estéticas que requieren de una intervención quirúrgica. La única solución definitiva y eficaz es la otoplastia.
No hay que hacer caso a los pegamentos, a las prótesis de silicona o a los esparadrapos que anuncian resultados milagrosos para solucionar las orejas de soplillo. Los milagros no existen, y mucho menos en el ámbito de la estética.
¿Desde qué edad se pueden corregir las orejas de soplillo?
Es una de las pocas cirugías estéticas que se realiza en niños. Casi siempre aconsejamos esperar a los 6/7 años, que es cuando el pabellón auricular se ha desarrollado lo suficiente; además, el niño se encuentra más maduro a la hora de asumir lo que conlleva este tipo de intervención, especialmente durante la fase recuperación.
¿Cómo es la intervención? ¿El resultado es permanente?
Con la otoplastia se corrigen las orejas de soplillo de manera permanente. En primer lugar, el doctor estudiará pormenorizadamente las características de tus orejas o las de tus hijos/as para determinar la forma de conseguirlos mejores resultados y unas orejas que mejoren la armonía, el equilibrio y la belleza del rostro.
La intervención se realiza bajo anestesia local; en los niños nos decantamos por una sedación muy ligera combinada con la anestesia local. La otoplastia suele prolongarse hora y media.
Durante la misma realizamos una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja para remodelar la estructura cartilaginosa de la oreja. Recolocamos las orejas despegadas en una posición que no llame demasiado la atención, además de mejorar su proporción.
Las cicatrices son prácticamente inapreciables, y se disimulan totalmente al situarse detrás de la oreja.
La intervención es siempre ambulatoria, por lo que no requiere hospitalización.
¿Es muy molesta la recuperación?
Debido a la zona intervenida podemos decir que se trata de una recuperación algo incómoda, pero no dolorosa. Es normal necesitar analgésicos durante las primeras 48 horas de postoperatorio.
Después de la intervención el cirujano colocará una banda elástica postoperatoria en la zona intervenida para evitar cualquier roce molesto. Deberá llevarse durante 3 o 4 días, y mantenerse una semana aproximadamente solo para dormir. De esta manera protegeremos las orejas para que se adapten perfectamente a su nueva forma, acelerando la recuperación.
A partir del tercer o cuarto día se puede hacer vida normal con tranquilidad, siguiendo las indicaciones del doctor y acudiendo a las revisiones periódicas. Los niños pueden regresar a la escuela una semana después de la cirugía, pero deberán usar la diadema en todo momento y no participaren actividades físicamente activas.
¿Cuándo podremos ver los resultados?
Como hemos dicho anteriormente, los resultados son inmediatos y permanentes. En un primer momento las orejas estarán inflamadas, pero ya podremos verlas en su nueva posición.
Se trata de una intervención qué, según todas las opiniones de los pacientes, «vale la pena».
Dr. Antolín especialista en operación de orejas
Dr. Pedro Antolín en Masquemedicos