Las personas que practican deportes, especialmente los de contacto, se encuentran en constante riesgo. Una caída o un golpe inesperado en los dientes puede suponer un problema. Los protectores bucales son la solución.
Entre todos los deportes, los que requieren más contacto son los que suponen un mayor peligro para la salud de los dientes, tales como el rugby, hockey, artes marciales, etc. Al practicar este tipo de deportes estamos en riesgo de sufrir un traumatismo maxilofacial e incluso perder dientes.
Lesiones dentales más frecuentes al practicar deportes
Por supuesto, no todos los golpes que se puedan recibir en la zona bucodental son iguales, las lesiones más frecuentes son:
- Lesiones de los tejidos blandos de la boca. Se producen daños en las encías, la lengua o el paladar.
- Fracturas de maxilar.
- Lesiones de la Articulación Temporomandibular (ATM).
- Fractura del diente o de su raíz. El resultado puede ser la pérdida del diente
Las diferentes particularidades dentales pueden tener influencia en que se produzca un traumatismo. En estos casos está especialmente recomendado el uso de protectores bucales, por ejemplo, en las personas con maloclusiones, dientes muy sobresalidos o torcidos, pacientes con reconstrucciones protésicas, o los que que llevan brackets.
Utilizar un protector bucal es la única manera de protegerse frente a estas lesiones.
¿Qué es un protector bucal?
Los protectores bucales son dispositivos fabricados con materiales flexibles y blandos, cuya finalidad es amortiguar el golpe y minimizar el riesgo de lesiones y fracturas.
Además, al usar un protector bucal, inconscientemente se ejercitan los músculos y articulaciones de la mandíbula, y mediante los mecanismos neurofisiológicos, se aumenta la fuerza en zonas relacionadas (hombros, brazos y piernas). También favorecen una correcta alineación corporal, ya que pone en posición adecuada el cuello, la mandíbula y la cabeza.
Los protectores bucales están hechos a medida de la boca de cada paciente, realizando una plantilla de la mordida de este. Los materiales utilizados en su fabricación son muy resistentes, duraderos y fáciles de limpiar.
Se recomienda utilizar los protectores bucales desde edades tempranas, ya que desde pequeños se está en riesgo de sufrir un golpe que afecte a la salud dental.
Tipos de protectores bucales
Protectores hechos a medida
Son los protectores más seguros y fiables. Están fabricados con materiales que absorben el golpe, y diseñados por un especialista con el modelo de la mordida del paciente.
Son los que utilizan los deportistas de alto nivel, ya que además de ser muy fiables, permiten hablar y respirar sin problemas.
Protectores Semi-adaptables
Estos protectores encontrar en las farmacias, y vienen en tres medidas distintas, pero están fabricados en un material termoplástico que permite moldear el protector a nuestros dientes. El problema es que puede resultar complicado moldearlos, ya que debemos hacerlo nosotros mismos recortando los sobrantes.
Protectores estándar
Estos se pueden encontrar en las tiendas de deportes. Estos protectores no son a medida ni pueden ser adaptados como los protectores bucales semi-adaptables, se fabrican en tres tamaños (pequeño, mediano, grande).
Los protectores bucales estándar suelen quedar holgados en la boca de los pacientes, por lo que la tendencia para sujetarlos es apretar los maxilares, esto además de producir dificultades para hablar y respirar, hace que no sean completamente seguros a la hora de proteger los dientes contra las lesiones.
La recomendación es optar por protectores bucales a medida, siempre realizados por un equipo de dentistas especializados, ya que no solo aportan más comodidad, sino una mayor seguridad.