Las personas tienden a fruncir el ceño cada vez que expresan un sentimiento, ya sea de felicidad, de sorpresa, de tristeza… para ello se contrae el músculo de la frente y se eleva la posición de las cejas.
Con el paso de los años, y fruto de este constante movimiento muscular, comienzan a aparecer arrugas en la frente y entre las cejas.
Hay que tener en cuenta que los síntomas del envejecimiento son más visibles en el área que rodea los ojos. Esto se debe a que la piel alrededor de los ojos es muy delgada. Es un área susceptible a sufrir daños que pueden ser provocados, no solo por la pérdida natural de colágeno y elastina, sino también por diferentes factores ambientales como la contaminación y la exposición al sol.
Líneas glabelares y líneas del entrecejo
Las arrugas y líneas que aparecen entre los ojos se suelen clasificar en dos tipos: líneas glabelares y líneas del entrecejo. Ambas son fruto del envejecimiento natural y de diferentes factores relacionados con el estilo de vida.
Las líneas glabelares son líneas o surcos horizontales que se originan en la piel de la frente. Son visibles entre las cejas, justo encima de la nariz.
Por otro lado, las líneas del entrecejo son pliegues verticales profundos que se forman entre los ojos. Pueden extenderse a los lados de la nariz y justo encima de las cejas.
Inyecciones de Botox
Las inyecciones de Botox contienen una neurotoxina que relaja la musculatura facial entre las cejas y levanta la piel de la frente suavizando este tipo de arrugas. La inyección cosmética de Botox es un tratamiento totalmente recomendado para la corrección de la mayoría de las arrugas horizontales de la frente, para las patas de gallo y para las líneas de expresión que se forman entre los ojos.
Estas inyecciones contienen toxina botulínica, una proteína neurotóxica que impide que los nervios envíen señales a los músculos. Cuando se inyecta entre las cejas y en la frente, la actividad muscular se limita y la piel recupera gradualmente su apariencia de antaño.
Botox y arrugas en la frente, entrecejo y patas de gallo
El Botox para tratar las líneas glabelares se inyecta en los músculos de la frente entre los ojos, siempre por encima del área externa de las cejas para evitar riesgos de caída del área de las cejas.
Por su parte, las líneas del entrecejo se tratan inyectando Botox en el músculocorrugador superciliar y prócer (ambos responsables del movimiento de las cejas).
Al igual que las líneas del entrecejo, las patas de gallo son un tipo de arruga dinámica que se forma a partir de expresiones faciales como sonreír.
Estas líneas de expresión se desarrollan cerca de las esquinas exteriores de los ojos; son más prominentes en las personas mayores, ya que su piel es más propensa a la flacidez o a las arrugas. Cuando se tratan las patas de gallo con Botox, las inyecciones se realizan alrededor de las esquinas de cada ojo. La toxina botulínica debilitará los músculos que rodean el área tratada limitando las contracciones y permitiendo que la piel se suavice.
El área alrededor de los ojos es muy sensible; por ello es importante buscar profesionales cualificados que establezcan un plan de tratamiento personalizado que se ajuste a las necesidades de cada paciente.
El Botox ha demostrado ser seguro y efectivo tanto para uso cosmético como médico. Pero al igual que sucede con todos los procedimientos que implican inyecciones intramusculares, existen efectos secundarios comunes que pueden aparecer alrededor del lugar de la inyección, como entumecimiento, enrojecimiento, aumento de la sensibilidad, hematomas e hinchazón.
Sin embargo, la mayoría de estos efectos suelen desaparecer por sí mismos después de unos días.
Por lo general, los músculos necesitarán de tres a cinco días para relajarse por completo y comenzar a reducir la apariencia de las arrugas faciales. Dependiendo de la gravedad del caso, los resultados completos serán visibles a las dos semanas.
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Dr. Terrén en Masquemedicos