Detectar a personas tóxicas en nuestro entorno puede ser una tarea sencilla, pero… ¿Qué pasa cuando somos nosotros quienes tenemos comportamientos tóxicos?, ¿sabemos identificarlos?, ¿cómo podemos solucionarlo?. Sigue leyendo y descúbrelo.
¿Cómo saber que soy una persona tóxica?
Identificar que estamos siendo tóxicos para nosotros mismos y para nuestro entorno, puede resultar muy complicado. Es necesario evaluar el tipo de relaciones que tenemos y cómo nos comportamos, si nos enfadamos frecuente y fácilmente, qué comportamientos nos hacen molestarnos, etc.
Tener ataques de rabia por cuestiones banales, mirar por encima del hombro, ser inflexible, quejarse constantemente, ridiculizar a los demás, son algunos comportamientos tóxicos, que hacen que las personas que nos rodean se sientan enfadados, incómodos, frustrados o culpables.
Es importante saber que al ser una persona tóxica se genera mucha dependencia. Se sufre por no estar con la persona que genera dicha dependencia, pero también estando con ella (ni contigo, ni sin ti). Esto no solo ocurre en las relaciones de pareja, sino también entre amigos o familiares. Teniendo esto claro es posible identificar que estamos siendo personas tóxicas.
¿Es posible dejar de ser una persona tóxica?
Por supuesto que si, todo se puede aprender y siempre es posible cambiar.
- El primer paso para cambiar y convertirse en una persona nutritiva es identificar los comportamientos tóxicos en nosotros mismos. También debes tener los recursos necesarios para cambiar, es decir, tolerancia, empatía, asertividad, paciencia…
- Piensa en tu personalidad, que se ha formado en base a tus experiencias, valores, sentimientos, hábitos, y que a su vez, son las producen tus conductas. Si has sufrido mucho en una época de tu vida, puede que eso te haya convertido en una persona distante y siempre a la defensiva. Sin embargo, el tiempo ha pasado, y no es necesario que sigas manteniendo esa actitud, que ahora te produce dolor.
- Escucha a los demás, e intenta no decir lo primero que te venga a la cabeza. Lo que tienen que decir otras personas es igual de importante que lo que tú tengas que decir, es necesario respetar las opiniones de los demás. Todos los puntos de vista pueden enriquecernos.
- Deja de tomarte todo en serio, y ríete más. Liberarás endorfinas y te sentirás mejor. Cuando consigas reirte de ti mismo y de tu forma negativa de ver las cosas, habrás logrado un gran cambio.
- Sé más flexible contigo mismo y con los demás. Haz pequeños cambios en tu vida, intenta decir las cosas de forma diferente.
- Ejercita la autocrítica y no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
Siguiendo estos consejos conseguirás disfrutar más de la vida y las personas de tu entornos se acercarán más a ti. Dejarás de ser una persona tóxica para convertirte en una persona que aporta cosas positivas a la vida de otros.
Si sientes que no eres capaz de cambiar por ti mismo, es importante buscar un apoyo psicológico, comenzar una terapia personal y poder solucionar estos conflictos y aprender las herramientas necesarias para afrontarlos.
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