Los riñones desempeñan una función muy importante para la salud general, ya que son los encargados de mantener la sangre limpia y químicamente equilibrada.
Además se encargan, entre otras cosas, de mantener controlado el volumen de los líquidos extracelulares, el pH del medio interno y los niveles de electrolitos.
Los riñones también juegan un importante papel en la segregación de hormonas que regulan la producción de glóbulos rojos, y son sumamente importantes en el control de la presión arterial.
Debido a la importancia del buen funcionamiento de los riñones para nuestra salud general, es fundamental adoptar hábitos para cuidarlos y mantenerlos sanos, evitando el desarrollo de enfermedades.
6 consejos para cuidar la salud de tus riñones
1. Alimentarse de manera saludable
Los hábitos alimenticios tienen mucha relación con el buen o mal funcionamiento de los riñones.
Los alimentos orgánicos favorecen la desintoxicación de los riñones, mientras que los alimentos procesados y los azúcares incrementan el riesgo de sufrir dificultades renales e infecciones.
- Aumentar el consumo de frutas y vegetales
- Añadir a la alimentación fuentes de grasas saludables omega 3
- Reemplazar los alimentos refinados por cereales integrales.
- Limitar el consumo de carne roja y comidas con gran cantidad de grasa.
- Evitar la ingesta de embutidos, enlatados y frituras industriales.
- Moderar el consumo de sal y azúcar.
2. Beber más agua
Consumir agua diariamente, es un hábito que favorece a la salud del organismo en general. Es imprescindible para filtrar las toxinas de la sangre y, a través de la orina, desintoxicar todo el organismo.
- Beber entre 6 y 8 vasos de agua diariamente.
- Beber infusiones, zumos de frutas
- Consumir alimentos ricos en agua.
- Evitar los refrescos azucarados o industriales.
3. Evitar el consumo de tabaco
Al pensar en las enfermedades que se producen por el consumo de tabaco, lo primero que viene a nuestra mente son las afecciones respiratorias, pero hay que tener en cuenta que el tabaco también tiene que ver con otras patologías crónicas.
Los componentes tóxicos contenidos en los cigarrillos viajan por el torrente sanguíneo y afectan la salud del corazón y los riñones.
El riesgo de padecer enfermedades renales, es tres veces mayor en los fumadores, que en las personas que no consumen tabaco.
- Evitar el consumo de cigarrillo. Si tienes problemas para dejarlo, consulta con un profesional, existen diversas terapias que te pueden ayudar.
- Las personas no fumadoras, deben evitar exponerse al humo de cigarrillo.
4. Limitar el consumo de medicamentos
Estamos acostumbrado a medicarnos para tratar todos nuestros males. Pero no tenemos en cuenta que la ingesta excesiva de estos medicamentos puede afectar la salud de los riñones.
- Consumir medicamentos solo cuando sea necesario, y a preferencia bajo vigilancia médica.
- No abusar de los analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios.
- Tomar únicamente las dosis recetadas.
- Ante las dolencias leves, optar por una alternativa natural.
5. Hacer deporte
Practicar regularmente ejercicios físicos ayuda a mantener un peso saludable, y favorece el bienestar del cuerpo.
El ejercicio ayuda a eliminar las sustancias de desecho de la sangre, favoreciendo la mejora de las funciones metabólicas. Además ayuda a controlar la presión arterial alta y la retención de líquidos.
- Realizar una rutina de ejercicio al menos durante 30 minutos diarios.
- Si no puedes ir al gimnasio, ejercita tu cuerpo en casa.
- Ejercitarse al menos 3 veces a la semana.
6. Desintoxicar los riñones
Los riñones son órganos excretores que pueden depurarse a sí mismos, siempre que su funcionamiento sea adecuado.
Cuando se acumulan toxinas en exceso y se mantiene una dieta rica en sodio y grasa, es necesario apoyar estos procesos para que la desintoxicación se realice de manera completa y óptima.
- Beber infusiones con propiedades diuréticas y depurativas.
- Evitar el consumo de grasas, azúcares y sal durante un período de desintoxicación.
- Incluir en la dieta frutas y licuados desintoxicantes.
Por supuesto es necesario mantener al día los chequeos médicos para comprobar el estado de los riñones. En caso de anomalías que necesiten la revisión por parte de un especialista, el médico de familia remitirá al Nefrólogo o Urólogo.
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