La presoterapia es un sistema de presión controlada que ayuda a mejorar el drenaje linfático y la circulación de la sangre del paciente, ayudando a la eliminación de líquidos y grasa del organismo.
Gracias a la presoterapia se reduce y/o adelgaza el aspecto de los brazos y las piernas, se mejora la firmeza y la calidad de la piel, se alivian dolores y molestias, se desintoxica el cuerpo y se previene la aparición de varices y celulitis.
Sobre este punto hay que remarcar que existen evidencias de que los masajes de drenaje linfático como la presoterapia reducen la celulitis y liberan el líquido que se acumula en los ganglios linfáticos tras la cirugía o después de ciertos tratamientos contra el cáncer.
Con la presoterapia se reactiva el sistema circulatorio del cuerpo, disminuyendo la sensación de hinchazón o pesadez corporal, además de mejorar el tono muscular y el aporte de oxígeno a los tejidos. Los resultados son inmediatos y se aprecian al final de cada sesión.
Suele realizarse tanto en hombres como en mujeres en los post-operatorios de intervenciones como la liposucción o la abdominoplastia para eliminar edemas y mejorar la recuperación, o como complemento a tratamientos de pérdida de peso o de mejora de la celulitis.
¿En qué consiste el tratamiento de presoterapia?
La presoterapia es similar a un masaje de drenaje linfático, pero mientras que el masaje se realiza a mano, la presoterapia se administra mediante una máquina que dispensa, en cada momento, la cantidad correcta de presión.
Para llevar a cabo la presoterapia se emplea una máquina de presión de aire para inflar un traje neumático que cubre el cuerpo del paciente y que permite comprimir y descomprimir los tejidos a tratar (los brazos, las piernas, el abdomen…), con un movimiento rítmico, similar a un masaje.
El masaje que posibilitan las cámaras de aire acelera los procesos metabólicos y el drenaje linfático. La mayoría de pacientes afirma que es un tratamiento relajante, que genera sensación de bienestar y ningún tipo de molestia. Hay que tener en cuenta que cuando el traje se infla con aire el paciente siente una sensación de presión, nunca de dolor.
Se recomienda de una a dos sesiones semanales, que pueden acompañarse y complementarse con radiofrecuencia. La duración suele estar entre la media hora y los sesenta minutos, aunque el tiempo dependerá de la presión ejercida y de los objetivos médicos.
No hay estipulado un número mínimo de sesiones, aunque se suelen recomendar entre 10 y 12 sesiones para conseguir los objetivos marcados.
Beneficios de la presoterapia
Como hemos comentado, la presoterapia estimula el sistema linfático del cuerpo. Cuando funciona de manera óptima, el sistema linfático transporta la linfa, un líquido que contiene glóbulos blancos y que ayuda a combatir las infecciones.
Los beneficios de la presoterapia incluyen:
- Músculos relajados y con menos dolor.
- Reducción de la apariencia de la celulitis.
- Reducción de la hinchazón y de la rigidez en las extremidades.
- Eliminación de toxinas.
- Mejora de la circulación.
- Piel tonificada, lisa y firme.
- Mejora del sistema inmunológico.
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Dr. Moltó en Masquemedicos