La cirugía no siempre consigue los resultados deseados.
En muchas ocasiones los pacientes se sienten decepcionados con sus intervenciones, algo que puede provocar un impacto negativo en su autoestima, condicionando su día a día, generando problemas e inseguridades.
En la mayoría de las ocasiones la decisión de intervenirse está muy meditada. Los pacientes depositan en ella gran parte de sus ilusiones, anhelos y esperanzas; por eso, es normal que la decepción sea mayor cuando el resultado no se acerca a las expectativas generadas.
La rinoplastia o cirugía de la nariz no se escapa de esta problemática.
¿En qué consiste la rinoplastia secundaria?
Podemos definir a la rinoplastia secundaria o de revisión, como aquella intervención de la nariz que se realiza a un paciente, con el objetivo de mejorar los resultados estéticos y/o funcionales de una rinoplastia previa.
La rinoplastia secundaria suele realizarse transcurrido un año de la primera intervención en la nariz; un periodo más que suficiente para que los resultados de la operación previa sean definitivos. Eso sí, cada persona es un mundo y cada recuperación avanza con un ritmo determinado.
No es lo mismo una persona que no está satisfecha o que se siente incómoda con el resultado estético de su intervención, que otra que presente una lesión o un traumatismo en la nariz, errores quirúrgicos, o problemas funcionales inesperados como puede ser la obstrucción de las vías respiratorias.
En este caso lo mejor es contactar con un especialista de manera inmediata para considerar opciones y elaborar un plan de acción. Y, aunque no se pueda intervenir la zona de inmediato, sí que se puede actuar antes de que la nariz se haya curado por completo.
La rinoplastia secundaria puede realizarse mediante un enfoque cerrado o abierto.
Es decir, cuando los cambios requeridos son importantes, es mejor realizar un procedimiento abierto, que consiste en hacer una incisión en el puente de piel entre las dos fosas nasales (columela), para así poder levantar la piel y tener mejor visión de las estructuras nasales que se desean modificar.
Las correcciones menores pueden realizarse siguiendo una técnica cerrada. En esta intervención se accede a las estructuras nasales mediante incisiones internas.
Causas para que los resultados de una rinoplastia fracasen:
- Expectativas poco realistas del paciente.
- Arrepentimiento del paciente.
- Mala planificación y falta de discusión antes de la cirugía primaria entre el cirujano y el paciente.
- Diagnóstico erróneo.
- Infecciones.
- Errores médicos.
- Inexperiencia del cirujano.
- Desestabilización quirúrgica de los tejidos nasales que se traduce en un empeoramiento de la respiración.
Hay que tener en cuenta que una cosa es la teoría y otra bien distinta la práctica.
En ocasiones la piel, los cartílagos y los huesos no responden de la manera deseada. Ahí es donde entra en juego la pericia y la experiencia del cirujano. Una rinoplastia fallida puede dar como resultado una nariz poco natural, pudiendo interferir en la respiración.
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Dr. Terrén en Masquemedicos