La presbicia o vista cansada es una alteración visual ligada al envejecimiento. Se produce por la pérdida progresiva de la función del cristalino del ojo para acomodar la visión de los objetos a diferentes distancias.
La acomodación es el proceso natural por el cual nuestro cristalino modifica su curvatura para dotar al ojo de la potencia que necesita para enfocar los objetos en función de la distancia a la que se encuentran.
¿Qué es el cristalino del ojo?
El cristalino es una lente biconvexa ubicada detrás del iris y delante del cuerpo vítreo.
Al nacer el peso del cristalino es de unos 90 mg, pero al alcanzar la edad adulta, tiene un peso aproximado de 255 mg. Con el paso del tiempo además de aumentar su grosor, va adoptando una forma más curva.
La función del cristalino es enfocar los rayos luminosos para que formen la imagen correctamente en la retina, independientemente de la distancia a la que se encuentre el objeto que miramos. Con el paso de los años este envejece y aparece la presbicia.
¿Qué es la pérdida de la función del cristalino para acomodar?
En los ojos, a las casi 20 dioptrías del cristalino en reposo, se suman a las 40 que tiene la córnea para conseguir enfocar en la retina los rayos luminosos de los objetos lejanos.
Cuando se trata de objetos que se encuentran a poca distancia, la potencia del ojo relajado no refracta suficientemente los rayos luminosos. Así, la imagen del objeto se forma detrás de la retina, de una forma parecida a lo que ocurre cuando se padece hipermetropía.
Cuando el cristalino pierde su capacidad de acomodación, aparece lo que se denomina presbicia.
El efecto de la edad en el cristalino
A medida que pasa el tiempo y la edad avanza, el espesor del cristalino en ambas caras, aumenta, al igual que su curvatura. Con estos cambios aparece también una reducción de la potencia refractiva.
La progresiva pérdida de la función de acomodación del cristalino se denomina presbicia o vista cansada y es un fenómeno que sucede con el paso de los años y afecta a la totalidad de la población mundial. Según los estudios realizados, la amplitud de acomodación disminuye linealmente con la edad, en torno a unas dos dioptrías por década.
Estudios realizados indican que la amplitud de acomodación se reduce linealmente con la edad, aproximadamente unas dos dioptrías cada diez años.
Después de los 40-50 años para compensar la presbicia es necesario utilizar lentes convergentes para realizar tareas de visión cercana.
El cristalino pierde también su transparencia, apareciendo así las cataratas. Si esta patología avanza será necesario recurrir a la cirugía, ya que se irá perdiendo visión progresivamente y puede producir cataratas. La intervención consistirá en sustituir el cristalino por una lente intraocular.
Es importante acudir al oftalmólogo para realizar revisiones oculares periódicas y así tener un diagnóstico temprano de cualquier afección en el cristalino y poder darle el tratamiento adecuado.