La cirugía plástica está irremediablemente relacionada con las cicatrices. Cualquier incisión quirúrgica conduce a la formación de una cicatriz.
Podríamos definir la cicatriz como “aquella señal o marca que queda en la piel, tras la curación de las incisiones necesarias para llevar a cabo una intervención quirúrgica”.
Su incidencia en el aspecto del paciente variará en función de su localización, de su tamaño, de su forma y del procedimiento llevado a cabo (técnica, sutura).
El aspecto y la curación de la cicatriz también está condicionada por diferentes aspectos relacionados con el propio paciente: edad, tipo de piel, herencia genética, historial médico, etnia, hábitos cotidianos…
La labor fundamental del cirujano es la de disponer los tejidos del paciente en la posición adecuada para que el organismo pueda cicatrizar la herida de la mejor manera posible.
¿Cómo se forma y evoluciona una cicatriz?
Las heridas quirúrgicas cicatrizan en 3 fases:
- La fase primigenia se inicia tras la intervención y se prolonga durante 15 días. Es el momento en el que las células de la piel se multiplican y sintetizan con la mayoría de los componentes que forman la dermis para cerrar rápidamente la herida después de la incisión, creando un nuevo tejido fibroso: la cicatriz.
- Durante los primeros de 3 a 6 meses la cicatriz evoluciona y la piel sufre una remodelación. En un primer momento es normal que la piel se enrojezca, se endurezca y se inflame. A medida que avance el proceso de cicatrización, la cicatriz se decolorará y su volumen se reducirá.
- En su fase final desde los 6 meses en adelante, la cicatriz empieza a palidecer y se suaviza, y se completa la remodelación de la zona.
Cicatrices hipertróficas y queloides
Pese a que el proceso de cicatrización no suele producir excesivas complicaciones, en ocasiones, sí que es necesario tratar la cicatriz para atenuarla o hacerla desaparecer.
Dentro de las cicatrices complejas podemos hablar de las cicatrices hipertróficas y de las cicatrices queloides. Este tipo de cicatrices se originan porque durante el proceso de cicatrización, las células de tejido fibroso no paran de crecer a ambos lados de la cicatriz, chocando y provocando un relieve o elevación de la misma.
Pese a que morfológicamenteson parecidas, ya que ambas son elevadas y eritematosas (trastorno de la piel que se produce cuando hay un exceso de riego sanguíneo por vasolidatación), las cicatrices queloides se extienden más allá de los límites de la herida que produjo la cicatriz, mientras que las hipertróficas permanecen dentro de esos límites.
¿Cómo atenuar las cicatrices?
Cada cicatriz y cada tipo de piel son un mundo. En función del caso y tras un estudio pormenorizado el cirujano puede determinar el procedimiento a seguir.
Eso sí, antes de tratar la cicatriz es necesario que esté deshinchada, blanda y con una coloración normal.
Hay cicatrices que pueden tratarse con procedimientos no quirúrgicos:
- Inyección de corticoides.
- Dermoabrasión para remover las capas superficiales de la piel
- Peelings químicos.
- Uso del láser.
- Terapia fotodinámica.
- Uso del Botox o toxina botulínica.
- Plasma con factores de crecimiento.
- …
En otras ocasiones, es necesario llevar a cabo técnicas más invasivas, tales como:
- Resutura de la cicatriz, es decir, rehacer la cicatriz uniendo los bordes de la piel
- Lipofilling o injerto de grasa del propio paciente para rellenar la textura desigual favoreciendo la regeneración del tejido.
- Eliminación de la vieja cicatriz para crear una nueva. Para ello hay que romper el tejido cicatricial con el objetivo de que la piel pueda situarse en su posición correcta.
Dr. González-Fontana: cirujano experto en tratamiento de cicatrices
Dr. González-Fontana en Masquemedicos