La reconstrucción de pecho es un componente fundamental que complementa el tratamiento del cáncer de mama.
Cuando hablamos de cáncer de pecho irremediablemente hablamos de mastectomía. La mastectomía es la cirugía a partir de la que se extirpa parte o toda la mama, con el objetivo de eliminar los tejidos y las células cancerosas.
Durante la intervención el cirujano trata de conservar la mayor cantidad de mama posible. Ahora bien, en muchas ocasiones es necesaria una mastectomía total, especialmente cuando el tumor es grande o existen múltiples tumores en diferentes áreas de la mama.
Cuando hablamos de reconstrucción mamaria ¿a qué nos referimos?
Con la reconstrucción mamaria el cirujano trata de restaurar el volumen y la forma del pecho perdido. Se trata de una intervención que puede realizarse de manera inmediata tras la intervención quirúrgica de mastectomía, o tras varios meses (diferida), al terminar los tratamientos radio-quirúrgicos.
A la hora de reconstruir un pecho pueden emplearse distintas técnicas en función de las posibilidades médicas, del estado de los tejidos en la zona mamaria y de la morfología de la paciente:
- Reconstrucción mamaria mediante el uso de implantes o prótesis mamarias definitivas o de expansión.
- Reconstrucción del pecho mediante el uso de colgajos.
Técnicas mixtas que combinan el uso de prótesis y colgajos
Es importante remarcar que hasta los años 50 la mayoría de las reconstrucciones mamarias se realizaba empleando colgajos, es decir, tejidos remanentes de la mama o tejidos adyacentes que se trasladaban a la zona del pecho. Se trataba de un método que solía necesitar de varias intervenciones hasta conseguir un resultado óptimo.
No es hasta los años 60 cuando la reconstrucción mamaria tanto inmediata como diferida, sufrió una revolución integral gracias al desarrollo de los implantes de gel de silicona y al desarrollo posterior de la expansión tisular.
En la actualidad, la reconstrucción protésica sin necesidad de tejidos donantes se ha constituido como la técnica más empleada a nivel mundial a la hora de reconstruir el pecho.
Reconstrucción mamaria con prótesis
Las reconstrucciones mamarias mediante el uso de prótesis se suelen realizar en mujeres que, tras la mastectomía, conservan piel suficiente y de buena calidad como para poder cubrir por completo una prótesis mamaria de forma natural.
La intervención está totalmente contraindicada cuando la piel de recubrimiento es deficiente o ha sido irradiada.
Para llevar a cabo la reconstrucción de manera directa y en un solo tiempo, hay que ubicar la prótesis en una posición submuscular, por debajo del pectoral mayor, para evitar que se desplace hacia arriba.
La incisión necesaria para introducir la prótesis suele hacerse a través de la cicatriz de la mastectomía. El objetivo final de la reconstrucción es conseguir la mayor simetría con la mama opuesta. El lipofilling o transferencia de grasa del propio paciente también ayuda a la hora de aumentar el grosor de los tejidos y mejorar la troficidad en zonas irradiadas.
Se trata de una técnica sencilla, que no requiere de cicatrices añadidas ni necesita de zona donante de extracción tisular. Ahora bien, pueden ser necesarias nuevas intervenciones para cambiar los implantes y perfeccionar la simetría del resultado.
Cuando no puede realizarse una reconstrucción de manera directa, debido a que no quede piel suficiente como para cubrir la prótesis se realiza una reconstrucción mamaria en dos tiempos:
- En primer lugar, se introduce una prótesis expansora que se va llenando de suero fisiológico a través de una válvula para que la piel distienda. El expansor se coloca en una posición submuscular, y el inflado se realiza cada 10- 15 días.
Posteriormente se sustituye el expansor por una prótesis. La sustitución suele realizarse a los 3-6 meses.
El tercer paso suele ser la reconstrucción del complejo areola-pezón.
Reconstrucción mamaria con colgajos
Se trata de un procedimiento más complejo que requiere de un sitio donante para obtener tejido (abdomen, región glútea, región dorsal, parte superior de los muslos…), pero que permite un resultado más estable y natural a lo largo del tiempo.
El tejido puede extraerse y separarse por completo de los vasos sanguíneos y trasladarse a su nueva ubicación en el pecho, o quedarse unido a los vasos sanguíneos originales y trasladarse al pecho por debajo de la piel. El colgajo se reubica en la zona del pecho para crear y formar un nuevo montículo mamario.
Es un procedimiento indicado para aquellas pacientes cuyos tejidos no permiten la reconstrucción directa con implantes. Los procedimientos con colgajos producen incisiones más grandes que llevan más tiempo de recuperación.
Dr. Moltó, especialista en reconstrucción mamaria
Dr. Moltó en Masquemedicos