Además de problemas estéticos, unos pechos grandes y caídos pueden producir complicaciones físicas asociadas como pueden ser dolores constantes de cervicales, hombros y/o espalda, aparición de dermatitis (enrojecimiento de la piel y picazón), problemas respiratorios… además de incomodidad a la hora de vestirse o de practicar algún deporte.
Con la técnica quirúrgica de reducción de mamas se busca disminuir el volumen del pecho y reposicionarlo. El objetivo final es conseguir un pecho firme, elevado, bonito y elegante, además de mejorar la figura, todo en una misma intervención.
Gracias a esta operación se mejora la vida diaria de la paciente, al reducir las molestias asociadas al excesivo peso de la mama. No en vano, la cirugía de reducción de pechos se sitúa entre las diez cirugías estéticas más habituales en España.
¿Cómo es la intervención de reducción de mamas?
Se trata de una intervención en la que es fundamental la experiencia del cirujano y la comunicación entre el médico y el paciente.
En la primera consulta el cirujano realizará un examen completo de las mamas para determinar su tamaño, las posibles asimetrías areolares, la calidad de la piel… para poder determinar cuál es el tamaño y la forma más adecuada para los nuevos pechos con respecto a la fisonomía de la paciente.
- La cirugía de reducción mamaria se realiza bajo anestesia general.
- Suele ser preciso el ingreso hospitalario, dándose el alta generalmente al día siguiente.
- El tiempo quirúrgico oscila entre las 2 y las 3 horas.
La técnica de reducción de pecho
Existen diversas técnicas, pero el objetivo es común: la extirpación de grasa, piel y tejido mamario para conseguir unas mamas más pequeñas, ligeras y firmes.
Una de las mayores preocupaciones de las pacientes son las cicatrices.
En la reducción de mama se ha luchado y se lucha por conseguir que el impacto de la cicatriz sea cada vez menor.
La técnica de reducción de mama con cicatriz vertical, que es la que empleamos en nuestra clínica, ha supuesto un importante avance en la cirugía plástica mamaria, tanto por sus buenos resultados, como por la duración de los mismos.
Con esta técnica se realiza una incisión periareolar y otra vertical desde la areola hasta el surco submamario. A través de estas incisiones se extirpa el exceso de piel, grasa y tejido mamario y se recoloca la areola y el pezón; en algunos casos es necesario realizar una liposucción complementaria.
El hecho de poder eliminar o reducir la cicatriz en el surco supone una mejoría estética para la paciente, además de que mejora la funcionalidad de la mama con respecto a otras técnicas más anticuadas.
Tras la intervención se puede realizar vida casi normal a las 24-48 horas, aunque se deben limitar las actividades físicas durante unas semanas. La mayoría de las molestias se controlan bien con los medicamentos prescritos por el cirujano.
Los apósitos que se colocan tras la operación se retirarán en unos días, y se sustituirán por un sujetador compresivo que deberá llevar la paciente durante 4-6 semanas.
Dr. González-Fontana: cirujano experto en reducción de mamas.
Dr. González-Fontana en Masquemedicos