No soy muy mayor, pero tampoco estoy en edad de pensármelo mucho. Hace tiempo que me ronda en la cabeza. Siempre he querido ser madre, no es que sea una necesidad imperiosa, pero creo que es un paso que debo dar. He tenido varias parejas pero ninguna ha cuajado y estoy en ese momento de mi vida en el que me siento fuerte y quiero criar yo sola a mi bebé.
Varias de mis amigas han sido madres gracias a Instituto Bernabeu. He estado escuchando conversaciones de los problemas que tenían para poder quedarse embarazadas. He sufrido con una de ellas sus dos abortos; las he escuchado hablar de sus tratamientos, del esmero y meticulosidad con la que trabajan en la clínica; del día en el que se sometieron a una fecundación in vitro y de la tensa “beta espera”. Y me he alegrado con ellas al ver cómo ha cambiado sus vidas el haber sido madres por fin. Así que cuando les he dicho de sopetón que yo también he ido a la clínica para tener un bebé, mis dos mejores amigas no han sabido si reír o llorar de alegría conmigo.
He meditado mucho la decisión. Me he informado y he mirado mucho la página web. Me da mucha confianza y tengo muchas referencias de su seriedad y de su profesionalidad. Es lo que más me preocupa, porque mi salud es muy importante. Mis principales dudas han sido sobre el donante. Me preocupa que sea una persona sana física y psicológicamente. Y he comprobado que todo el proceso es serio y profesional. Estoy muy tranquila. El donante es anónimo, tiene entre 18 y 35 años y ha sido sometido a unos estrictos controles físicos y psicológicos. El análisis del semen es muy amplio y se descartan enfermedades hereditarias, se le hace un estudio de enfermedades infecciosas y se le ha hecho estudio genético, es lo que más me interesa, que sea una persona sana. Me lo han explicado todo tanto y tan bien que se me ha hecho muy sencillo todo.
Lo he comprobado. Además de profesionales, todas las personas que me atienden son encantadoras. Me siento muy arropada. Nadie me juzga, sólo buscan ayudarme en mi objetivo de ser madre y mi camino está siendo muy sencillo. Mi cuerpo se ha tenido que preparar y he hecho un máster en fertilidad para conocer el proceso hormonal y la preparación de mi endometrio para poder iniciar el tratamiento. Me han hecho una ecografía para valorar mi reserva ovárica y me han dado la posibilidad de elegir entre la inseminación artificial y la fecundación in vitro. La beta ha sido positiva, así que dentro de mí está creciendo mi bebé, esperado y deseado.
El proceso ha sido muy natural y mientras crece dentro de mí ya siento que he formado mi propia familia.
Instituto Bernabeu, Medicina Reproductiva
Instituto Bernabeu, Medicina Reproductiva en Masquemedicos