Los dientes permanecen en contacto permanente con residuos de los alimentos, bacterias, saliva y una gran variedad de componentes que pueden afectar la salud.
Practicar diariamente hábitos de higiene dental ayuda a mantenerlos limpios y sanos, pero en algunas ocasiones el ambiente de la boca se ve alterado, produciéndose infecciones que no se deben descuidar.
Las infecciones dentales pueden ser leves o graves, incluso algunos casos pueden llegar a afectar la salud general de la persona.
Indicadores de una posible infección dental
Si estas infecciones no son atendidas a tiempo, puede provocar fuertes dolencias y la pérdida de piezas dentales. Por esta razón es muy importante conocer los síntomas de las infecciones dentales y buscar ayuda profesional cuanto antes.
Mal aliento
El mal aliento es uno de los síntomas más obvios de una infección dental.
Se produce por un crecimiento en exceso de las bacterias, especialmente en zonas donde el cepillo no llega a eliminar los residuos del todo.
La halitosis puede controlarse con productos de higiene oral, pero hasta que no se elimine la infección, no dejará de reaparecer.
Tener mal aliento podría indicar:
- Gingivitis
- Caries dental
- Abscesos dentales (no confundir con los flemones)
- Sarro bacteriano
- Alteraciones en la saliva
Deterioro del esmalte dental
Al producirse una infección dental las bacterias que se encuentran en los dientes producen un ácido que llega a afectar el esmalte.
Este ácido se acumula formando una capa rugosa que genera manchas en los dientes, debido a los residuos de algunos alimentos.
Si no se controla puede causar un grave debilitamiento de la pieza dental, que puede terminar en su pérdida de densidad y quiebre.
Dolor en la mandíbula y dientes
La sensación constante o intermitente de dolor en la mandíbula puede ser una alerta del desarrollo de infecciones dentales.
Generalmente se relacionan con la acumulación de placa bacteriana, facilitando el crecimiento de los microorganismos patógenos.
Sangrados de las encías
Las encías pueden presentar sangrado cuando existe algún tipo de lesión o infección que afecta sus tejidos.
Es común notarlas al cepillarse los dientes o al usar hilo dental. A veces pueden percibirse al comer.
La causa principal del sangrado de las encías son las toxinas formadas por la placa en los dientes, que producen debilidad en los tejidos, o infecciones periodontales.
Inflamación y enrojecimiento
Las infecciones periodontales y las caries, produce inflamación y enrojecimiento en las encías, y comúnmente también dolor.
Atenderla rápidamente evita que la hinchazón se extienda hacia el hueso de la quijada, provocando complicaciones.
Dientes flojos
Sentir un diente flojo, es una razón para acudir al dentista inmediatamente.
Estos indican que la infección dental ha progresado y alertan de que la estructura ósea que soporta dicho diente presenta una erosión
El común cuando no se trata a tiempo una gingivitis y esta pasa a ser periodontitis.
Pus
Cuando aparece pus en las encías, se trata de una enfermedad periodontal.
Esta es la respuesta del sistema inmunitario cuando las bacterias patógenas atacan generando una infección.
Al principio pueden producirse unas bolitas llamadas abscesos, que contienen sangre y pus en su interior.
Debe ser tratada cuanto antes por un odontólogo, ya que puede ocasionar daños irreversibles.
La infección puede causar la destrucción de hueso que soporta los dientes.
Ante cualquier sospecha de infección o enfermedad de los dientes y encías, es imprescindible acudir a un experto, ya que estas pueden presentar complicaciones en poco tiempo. Las infecciones en la boca pueden llegar a afectar otros órganos del cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Por eso en Masquemedicos te ofrecemos la posibilidad de contactar con los mejores expertos en infecciones dentales de Madrid, Alicante, Barcelona y el resto de España.