En la época de verano pueden aparecer algunos problemas de salud que resultan bastante comunes en la población. A continuación los explicamos y os damos algunos consejos sencillos para prevenirlos y disfrutar así de un verano más saludable.
Deshidratación
Hidratarse es muy importante durante todo el año, pero sobre todo en verano cuando las temperaturas aumentan. Para evitar la deshidratación es necesario aumentar el consumo de agua y distribuirlo a lo largo del día.
Evita el consumo en gran medida de bebidas alcohólicas y/o con cafeína, estas actúan como diuréticos y deshidratan.
También es conveniente consumir alimentos ricos en agua, como frutas verduras y hortalizas.
Picaduras
Las picaduras de insectos son bastante comunes en verano, y causan diversas molestias en quienes las sufre, en algunos casos pueden llegar a provocar infecciones graves como a anafilaxia, que tiene una mayor incidencia en los niños pequeños.
Para prevenirlas, es recomendable utilizar repelentes. Existen diferentes formatos que se pueden adaptar a las necesidades del momento.
Intoxicaciones alimentarias
Las altas temperaturas favorecen la aparición de microorganismos en los alimentos, que pueden producir infecciones. Por esta razón es muy importante asegurarse de las condiciones y estado de los alimentos frescos para prevenir intoxicaciones alimentarias.
Debemos manipular los alimentos siempre con unas condiciones higiénicas óptimas, cocinar correctamente los productos de origen animal, consumir los alimentos inmediatamente después de su cocción, y aquellos que no puedan ser consumidos al momento, conservarlos adecuadamente.
Enfermedades bucodentales
El calor constituye el espacio idóneo para que se desarrollen diversas bacterias en nuestra boca, por eso es muy importante cuidar la higiene bucodental durante el verano, incluso estando de vacaciones, que es cuando tendemos a descuidarla.
Manteniendo una correcta higiene de nuestra cavidad oral evitamos enfermedades como las caries y la gingivitis.
Problemas oculares
Picores, ardor o visión borrosa son algunos de los problemas oculares más comunes que puede causar el exceso de exposición de nuestros ojos al sol. Pero también puede provocar otros problemas más graves como conjuntivitis, orzuelo, inflamación de la córnea, e incluso ceguera temporal.
Es imprescindible proteger los ojos de los efectos del sol, utilizando gafas homologadas que proporcionen una barrera adecuada.
Otitis
En verano disfrutamos más de la playa y la piscina, por lo que nuestros oídos están más expuesto a la humedad.
Para evitar la humedad en los oídos y el posible desarrollo de otitis, se recomienda utilizar tapones en los oídos y secarse bien con una toalla al salir de la piscina o el mar.
También es importante controlar el tiempo de baño de los niños, ya que suelen estar durante horas en la playa o la piscina, y esto aumenta la humedad en sus oídos, y en consecuencia el riesgo de sufrir infección u otitis.
Hongos
Otro de los problemas comunes en verano es la aparición de hongos. Las altas temperaturas son el caldo de cultivo idóneo, y pueden provocar síntomas como enrojecimiento y/o picores.
Para evitar los hongos en los pies, debemos utilizar un calzado adecuado en los entornos acuáticos, vestuarios y aseos públicos de instalaciones deportivas y de ocio.
Pero los hongos en los pies no son los únicos que pueden aparecer en verano. La vulvovaginitis por cándida también es muy común en esta época al aumentar las temperaturas y la humedad. Permanecer con el bañador mojado es un factor de riesgo, por lo que se recomienda secarse con frecuencia, y si pensamos pasar muchas horas en la playa o piscina, cambiarnos y ponernos ropa seca.
Estos son algunos de los problemas de salud que se presentan con más frecuencia en verano, sigue estas recomendaciones para evitarlos y ante cualquier duda o consulta acude a un profesional médico, para recibir la ayuda necesaria.