La cifras de personas fallecidas a causa del COVID19 se han contado por cientos diariamente en nuestro país. Al duro golpe de la pérdida de un ser querido se suma el hecho de no poder despedirse de esa persona.
Sandra Garro Codina, psicóloga especialista en procesos de duelo, explica que “el duelo de un ser querido tras una muerte repentina no es más fuerte, lo que ocurre es que la capacidad para afrontarlo sí se reduce”.
La despedida es parte del proceso de duelo
Hacer un duelo implica reconocer una pérdida, y poder despedirse nos puede brindar la oportunidad de zanjar asuntos pendientes con la persona fallecida, en el caso de no poder despedirse se pueden realizar rituales alternativos, hay opciones simbólicas que pueden ayudar a continuar en un proceso tan doloroso.
El proceso de duelo es personal e intransferible, incluye mucho más que el dolor de la aflicción, provoca cambios en actitudes, comportamientos, pensamientos y espiritualidad en ciertos casos. “Como psicóloga, lo primero que haría sería escuchar a la persona con su historia personal e individual y valorar antes de abordar la situación” explica Garro en referencia a la terapia psicológica para afrontar la pérdida de un ser querido.
Recomendaciones para familiares
Hay una serie de emociones, cogniciones, sensaciones físicas y sentimientos que son normales. La conmoción y el aturdimiento por ejemplo, son normales en primera instancia. “Existe un gran conflicto entre cómo el mundo con el ser querido debería ser y cómo es; aceptar eso emocionalmente, aunque intelectualmente se reconozca lo que ha sucedido, es complicado y doloroso”, indica la psicóloga.
Se deben tener en cuenta muchos factores que pueden condicionar un proceso de duelo, “recomendaría que no trataran de evitar de forma continua el dolor porque puede aumentar la probabilidad de alargar el curso del duelo y es imposible perder a alguien con el que estamos muy vinculados sin experimentar dolor. A estos familiares les diría que se concedan permisos para expresar sus sentimientos libremente y que estén aislados o acompañados según sus posibilidades, deseos y necesidades. Aconsejaría sobre todo que respeten sus necesidades y que se ayuden de ejercicios físicos de relajación y activación” afirma Sandra Garro.
Terapia para superar el duelo
La terapia en el duelo no implica evitar el dolor ya que es la respuesta natural ante la pérdida que experimenta la persona. Tampoco se olvida al ser querido fallecido, se trata de encontrarle un lugar apropiado en nuestra vida psicológica.
La terapia puede ser un lugar de acompañamiento donde la persona se sienta escuchada y entendida con empatía, un espacio donde no se sienta juzgado por la intensidad de sus sentimientos ni manera de expresarlos. Un medio a través del cual aprender a identificar y expresar las emociones, una forma para facilitar la recolocación emocional del difunto.
Hay varios factores que influyen en este proceso e incluso pueden desencadenar en un duelo complicado, estos son factores personales, relacionales, circunstanciales y sociales de la propia persona. Garro comenta que “en estos casos complicados la terapia iría enfocada a equilibrar y adaptar los aspectos problemáticos consolidados que pueden estar afectando el proceso natural del duelo”.
Sandra Garro Codina, psicóloga en Masquemedicos
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Es importante que la familia respete los tiempos de duelo de la persona afectada, pero también es cierto que no se puede dejar de vigilar para poder buscarle ayuda si es necesario.
Gracias.