Muchas personas tienen miedo al dentista, y no sólo se trata de los niños. Algunos tienen tanto miedo al odontólogo que no lo han visitado en años
Este miedo puede deberse a varias motivaciones: miedo a sentir dolor durante el tratamiento, pánico a las agujas, rechazo a los olores y sonidos de la consulta del odontólogo que pueden tener recuerdos negativos de la infancia.
Actualmente la experiencia en las clínicas dentales es más suave y amable que antaño y los dentistas entienden mucho mejor los temores de sus pacientes e intentan reducir su estrés con un trato delicado. Además los avances tecnológicos han transformado la odontología, ahora es posible ofrecer tratamientos totalmente sin dolor.
Pánico al dentista, ¿qué hago?
Si a pesar de todo, sigues teniendo miedo a la hora de acudir a la clínica dental, te damos algunos consejos que pueden ser de gran utilidad.
Encuentra un odontólogo comprensivo
Consulta con tus amigos y familiares sobre los dentistas a los que acuden y su experiencia con ellos. También puedes buscar un profesional especializado en pacientes con ansiedad.
Realiza una visita a la clínica antes de tu primera consulta
Antes de solicitar tu primera cita, haz una visita a la clínica, conoce al dentista y al resto del personal que allí trabaja, familiarízate con el ambiente. Puedes comentarles sobre tu ansiedad o fobia para que lo tengan en cuenta ante tus futuras visitas.
Pide un cita a primera hora de la mañana
Así tendrás menos tiempo para pensar en tu miedo y evitarás ir acumulando ansiedad durante el día.
No llegues antes de tiempo a la cita
Intenta llegar puntual, a la hora exacta de la cita, evitando tener que esperar en la clínica. Los sonidos y olores que percibes en la sala de espera, pueden hacerte sentir más nervioso.
Planea un primera cita tranquila
No es una buena idea que en tu primera cita te sometas a anestesias, empastes y endodoncias. La primera cita puede ser para un simple revisión o una limpieza, así también aprovecharás para conocer mejor a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad.
Acuerda con tu dentista una señal para hacerle saber que te sientes incomodo
Puedes hablar con tu dentista y acordar una señal para hacerle saber que no te encuentras bien y necesitas que pare para tomarte un descanso.
Lleva tu propia música para distraerte y estar más relajado
Lleva tus auriculares y tu música favorita, así lograrás distraerte mientras el dentista trabaja. Sentirás que el tiempo pasa mucho más rápido y es probable que no escuches demasiado los sonidos que te producen ansiedad.
Si tu fobia es grave, estudia la posibilidad de una sedación
Si ir a la consulta del odontólogo te produce demasiado miedo y una ansiedad extrema, puedes someterte a una sedación.
Anestesia: sedación consciente en el dentista
En la actualidad es posible llevar a cabo los tratamientos dentales sin dolor. Una simple crema local aplicada en las encía puede hacer que jo sientas la inyección de la anestesia.
Existen además sistemas de anestesia que se administran tan lentamente que el paciente no se percata de ello.
También cuentas con la posibilidad de una sedación consciente, ya sea intravenosa o por inhalación.
La sedación consciente consigue un efecto relajante para ir al dentista. En ningún momento perderás el conocimiento ni se verá alterada tu percepción sensorial de un modo comparable al de la anestesia general, puedes estar despierto e incluso hablar con el dentista, pero estarás profundamente relajado.
Por supuesto siempre debes consultar con el dentista sobre los métodos de anestesia, el tratamiento que necesitas y sobretodo tu fobia y ansiedad.
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