El test de compatibilidad genética o matching genético es una prueba de sangre que se lleva a cabo antes del embarazo, con el objetivo de determinar si los progenitores o los donantes de gametos son portadores o no de más de 500 mutaciones genéticas que podrían heredar sus bebés.
¿En qué consiste el test de compatibilidad genética?
El matching genético consiste en realizar un análisis de los genes del hombre y la mujer para determinar las probabilidades de que sus hijos hereden de ellos enfermedades autosómicas recesivas.
Estas enfermedades afectan a un 1% de las personas, entre ellas se encuentran la atrofia muscular espinal, fibrosis quística, riñón poliquístico, entre otras.
En este test se compara si las dos partes del tratamiento, son portadoras de la misma mutación en el mismo gen.
Cada persona transfiere sus mutaciones genéticas a la mitad de sus hijos, como en la mayoría de los casos el otro progenitor no es portador de la misma mutación, el resultado será que los hijos serán también portadores, pero no presentarán la enfermedad.
Sin embargo, aunque los portadores sean personas sanas, cuando los dos tienen una mutación en el mismo gen, las probabilidades de tener un hijo enfermo alcanza el 25%, y entre un 2-3% de riesgo de tener hijos con una enfermedad hereditaria grave.
¿Qué indican los resultados del matching genético?
Cuando el resultado de este test es negativo, significa que la persona no es portadora de las mutaciones que se han estudiado en los mismos genes.
Por otro lado, cuando el resultado es positivo, es posible tener una descendencia sana gracias al Diagnóstico Genético Preimplantacional, que permite seleccionar los embriones sanos y transferirlos al útero de la madre.
Test de compatibilidad genética en los tratamientos con donantes
El matching genético es sumamente importante cuando se utilizan en los tratamientos de reproducción asistida, óvulos o espermatozoides de donantes.
Aunque los donantes siempre pasan por un cribado genético específico, donde se analizan 7 enfermedades autosómicas recesivas y 64 genes ligados al cromosoma X, con el test de compatibilidad se analizan 500 enfermedades.
En caso de que ambas partes sean portadoras de una mutación en un mismo gen, se buscaría otro donante que sea compatible.
¿Qué opciones existen cuando no hay compatibilidad genética entre los progenitores?
Si el resultado del test indica una incompatibilidad en la pareja, existen dos opciones. La principal es, como explicamos anteriormente, realizar un Diagnóstico Genético Preimplantacional, en el que se estudian los embriones para identificar cuáles padecen enfermedades hereditarias y cuáles no. Seleccionando así los embriones sanos para la transferencia.
La otra opción es recurrir a donantes de óvulos o espermatozoides, según sea el caso.
Realizar este test reduce el riesgo de tener hijos con una enfermedad genética de 1/100 a 1/30.000.
El matching genético es también una opción para las parejas que estén buscando el embarazo, y quieran reducir los riesgos de transmitir a sus futuros hijos enfermedades genéticas debido a mutaciones genéticas que ellos mismos no saben que tienen.
Para saber más sobre este test y mutaciones genéticas causantes de enfermedades en el embrión, acude a una clínica especializada en reproducción asistida, y el equipo médico resolverá todas tus dudas.
Clínica de Fertilidad IMF Easyfiv
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