El tinnitus, también conocido como acúfeno, es la percepción de un sonido en los oídos o la cabeza (zumbido, pitido, silbido u otro tipo de ruido) sin una fuente externa, y puede estar causado por la ansiedad y el estrés. Se trata de un tipo de consulta bastante frecuente en otorrinolaringología que se estima que padece o ha padecido alguna vez entre el 10 y el 25% de la población. Si dura más de tres meses se considera crónico.
El tinnitus no constituye una enfermedad en sí misma. Con frecuencia, actúa como un indicador de otra condición de salud subyacente, como la pérdida de audición, o surge como resultado de situaciones traumáticas, como la exposición a ruidos intensos o el uso de medicamentos ototóxicos. Este síntoma genera consultas recurrentes, convirtiéndose en una fuente de preocupación tanto para los pacientes como para los otorrinolaringólogos, dado que en muchos casos, no existe una cura definitiva. Sin embargo, existen terapias y tratamientos destinados a reducir su gravedad o la percepción que del mismo tenga el paciente.
El bruxismo, que es el hábito involuntario de apretar los dientes, también podría influir en el tinnitus o acúfeno de varias maneras. Aunque esa relación no está completamente comprendida, sí se han identificado posibles conexiones. El bruxismo a menudo está relacionado con el estrés y la ansiedad. La tensión emocional puede influir en la percepción del tinnitus y, en algunos casos, puede desencadenar o agravar los síntomas.
Las opciones de tratamiento para el tinnitus abarcan desde proporcionar herramientas para gestionar la ansiedad hasta el uso de medicamentos antiinflamatorios o relajantes musculares. La elección del enfoque más adecuado depende de la forma en que cada individuo enfrenta esta afección, ya que la respuesta puede variar considerablemente de una persona a otra. Además, se ha demostrado que el procesamiento cerebral desempeña un papel fundamental en la percepción del tinnitus.
Algunas personas muestran una mayor actividad en el lóbulo frontal, la región cerebral encargada de controlar los procesos cognitivos. En estos casos, la presencia del sonido puede generar una molestia más pequeña. Por otro lado, en aquellos casos en que la actividad se muestra en la amígdala (una parte del cerebro crucial en el procesamiento de las emociones), se puede experimentar el ruido de manera más angustiante.
Comprender de forma empática cómo cada individuo procesa la información auditiva puede ser fundamental para diseñar un plan de tratamiento personalizado y más efectivo.
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En mi experiencia como fisioterapeuta, a menudo la tensión de músculos del cuello como el esternocleidomastoideo y el trapecio pueden provocar acúfenos, aunque el mecanismo es desconocido.
Se ha propuesto la hipótesis de que la región de dolor referido de estos músculos (zona temporal) podría sobreestimular el músculo tensor de la membrana del tímpano, produciendo el efecto del tinnitus.
Por supuesto soy consciente de la dificultad de aislar la causa primaria del fenómeno, ya que el estrés y el bruxismo pueden causar la tensión cervical, pero a efectos prácticos bastantes pacientes han reportado alivio tras el tratamiento del cuello con ejercicios, estiramientos o masaje.
Un saludo cordial!