En nuestros días existen muchos tratamientos faciales para rejuvenecer el rostro, entre ella se encuentran el lifting, las infiltraciones con grasa, ácido hialurónico, bótox, vitaminas o bioestimulación. El cirujano plástico es el indicado para valorar cada caso y determinar el tipo de tratamiento más conveniente para cubrir las necesidades y expectativas de los pacientes.
Lifting
A la hora de someterse a un lifting facial, es vital elegir un buen cirujano plástico y una clínica que cuente con todos los servicios y comodidades necesarias, para lograr unos resultados excelentes en los tratamientos faciales. Este tratamiento ofrece un efecto rejuvenecedor, devolviendo al rostro la luz que el paso de los años le ha quitado.
Esta técnica se basa en retirar el tejido que sobra, realizando una incisión, normalmente en la zona de las sienes, continuando detrás de las orejas, de esta forma las cicatrices quedarán perfectamente camufladas bajo el pelo. Al terminar la cirugía, las heridas se cierran con puntos, para evitar que se acumule ningún exudado o sangre, se dejan unos pequeños tubos bajo la piel.
El postoperatorio no suele ser muy doloroso, las molestias que pueden aparecer son fácilmente controlables con analgésicos. La mayoría de los pacientes a las dos semanas vuelven a su vida cotidiana.
Infiltración grasa
Es uno de los tratamientos faciales más populares y puede ser principal, o complementar a otras cirugías. La grasa suele extraerse de la zona abdominal o de la cada interna del muslo, para ser colocados adecuadamente, ayudando a recuperar la turgencia perdida y a levantar los tejidos del rostro sin realizar un lifting.
La grasa es aspirada y procesada, seguidamente se distribuye de manera uniforme con una inyección de pequeñas cantidades en las zonas que se desean mejorar, tales como: mentón, mandíbula, mejillas, pómulos, ojeras, sienes, nariz, región frontal, entrecejo, etc. Esta infiltración se realiza utilizando previamente anestesia local.
Ácido hialurónico
Con el paso de los años la concentración de ácido hialurónico en nuestro organismo se reduce, esto provoca la aparición de las temidas arrugas. Una de las principales cualidades de este componente en la hidratación, ya que retiene grandes cantidades de agua a su alrededor.
El ácido hialurónico se aplica utilizando una jeringuilla fina, con la que se va rellenando la arruga para recuperar un aspecto liso y tenso en la piel.
El efecto del ácido hialurónico suele durar entre 9 y 12 meses, por esta razón el tratamiento se debe realizar una vez al año.
Botox
La toxina botulínica produce una relajación muscular temporal frenando así la progresión de las arrugas dinámicas.
En apenas 48 horas después de la infiltración, ya comienza a notarse el efecto del botox, alcanzado su máximo resultado una semana después. El botox sólo puede ser utilizado en la parte superior del rostro (frente, entrecejo y patas de gallo). El tratamiento no es definitivo, por eso suele repetirse cada seis meses
Vitaminas
Para mejorar la calidad de la piel, se inyectan vitaminas que aportan luminosidad y corrigen pequeñas imperfecciones como los poros abiertos. Existen diferentes cócteles de vitaminas, dependiendo de su composición podrá ser utilizado para tratar el acné o cicatrices, o como antienvejecimiento.
El procedimiento es muy sencillo, las infiltraciones se realizan de forma superficial, por esta razón no se produce hinchazón en la zona tratadas. La recuperación e incorporación a la vida cotidiana es inmediata.
Bioestimulación
La bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) es una técnica utilizada como tratamiento antienvejecimiento. Ayuda a desintoxicar, revitalizar, mantener y equilibrar las células de la piel.
El proceso consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre, luego esta se centrifuga y se procesa para obtener las proteínas claves que aceleran la regeneración de la piel. Estas se administran al paciente a través de la mesoterapia o mediante micro inyecciones intradérmicas, esto estimula la producción de colágeno, ácido hialurónico y elastina.
Los resultados comienza a verse después de una semana, y alcanzan su máximo a los 20-30 días posteriores a la realización del tratamiento.
Doctor Agustín Granado Tiagonce en Masquemedicos