Con la llegada del verano, los días soleados, el calor y la vida al aire libre cobran protagonismo. Es la época ideal para sentirnos bien con nuestra piel, apostar por la frescura y, por supuesto, buscar fórmulas para mantener un aspecto rejuvenecido y natural a pesar del paso del tiempo.
Uno de los principales retos a los que nos enfrentamos, especialmente en la zona facial, son las arrugas de expresión en el entrecejo, la frente y las temidas patas de gallo. Estos surcos no sólo pueden dar un aspecto cansado, sino que a menudo nos hacen parecer mayores de lo que nos sentimos. Frente a esto, la medicina estética actual ofrece tratamientos antiarrugas seguros, eficaces y cada vez más demandados en los meses de más luz.
¿Por qué aparecen las arrugas en estas zonas?
Las arrugas de expresión, como las del entrecejo, la frente y las patas de gallo, surgen como resultado de la contracción repetida de los músculos faciales que usamos para gesticular a diario: fruncir el ceño, mostrarnos sorprendidos o reírnos con ganas. Con el tiempo, estas líneas se marcan y, junto con la pérdida de elasticidad de la piel y otros factores ambientales como el sol o la contaminación, se hacen más evidentes. El verano, con su exposición solar más intensa, favorece, además, el envejecimiento prematuro de la piel si no tomamos precauciones adecuadas como el uso de protección solar todos los días.
¿En qué consiste un tratamiento antiarrugas profesional?
En clínicas especializadas como Dorsia, los tratamientos antiarrugas se basan generalmente en inyecciones de neuromoduladores. Su objetivo principal no es “rellenar” la arruga, sino relajar el músculo responsable de estas líneas de expresión. Al bloquear suavemente la acción muscular, la piel se alisa y el rostro recobra un aspecto descansado, jovial y natural, sin perder expresividad.
El proceso es sencillo
Tras una valoración médica personalizada, el especialista determina la cantidad justa y los puntos de aplicación en el tercio superior del rostro.
- En la frente, trabajará las líneas horizontales
- En el entrecejo, se tratan las arrugas verticales que nos dan un aire de preocupación
- En las patas de gallo, se suavizan esas finas líneas alrededor de los ojos que suelen acentuarse con la sonrisa o el sol estival.
La duración del procedimiento ronda los 15-20 minutos y permite la reincorporación inmediata a la vida cotidiana, algo especialmente valorado en estos meses de planes improvisados y escapadas.
Resultados y duración del tratamiento
Los resultados empiezan a apreciarse entre 3 y 7 días después de la aplicación y muestran su mejor versión a los 10-15 días. El efecto suele durar unos 6 meses, dependiendo de la fisionomía, los hábitos y el metabolismo de cada persona. Esto significa que si el tratamiento se realiza al inicio del verano, podremos disfrutar de una piel lisa y luminosa durante toda la temporada, sin rastros de “cara de cansancio” ni expresión rígida. La seguridad y naturalidad son las prioridades en las clínicas reputadas, que sólo utilizan productos homologados y de máxima calidad.
Mitos frecuentes sobre el tratamiento antiarrugas en vacaciones
Todavía existen muchos mitos que giran en torno a los neuromoduladores.
- El más común es que “con bótox se pierde la expresión”. La realidad es que, cuando el procedimiento es realizado por profesionales cualificados, el resultado es un rostro relajado, pero capaz de expresar emociones.
- Otro mito frecuente es que “no se puede tomar el sol tras el tratamiento”. En realidad, el sol directo sobre las zonas inyectadas debe evitarse durante los primeros días, pero no impide disfrutar del verano siguiendo las recomendaciones adecuadas en consulta: protector solar alta (SPF50+), gafas de sol y sombrero, entre otras.
¿Qué persona es candidata ideal para este tratamiento?
Personas tanto a partir de los 30 años, preocupadas por los primeros signos del envejecimiento, como quienes ya presentan arrugas marcadas, pueden beneficiarse del tratamiento. También puede emplearse de forma preventiva en mujeres y hombres jóvenes cuyo rostro es especialmente gestual, fruncen mucho el ceño, o desean mantener un “aspecto fresco” de forma natural.
Antes de cualquier tratamiento, es fundamental una consulta de diagnóstico personalizado, en la que el médico valorará el tipo de piel, el grado de fotodaño, la profundidad de las arrugas y ajustará el procedimiento a las necesidades individuales.
Complementos para potenciar los resultados
Para que el tratamiento antiarrugas sea aún más efectivo y duradero, los especialistas recomiendan rutinas cosméticas adaptadas. Entre los activos clave destacan el uso diario de filtro solar, el ácido hialurónico, el retinol por la noche (si la piel lo tolera), antioxidantes como la vitamina C y una hidratación adecuada. Estas recomendaciones ayudan a prevenir la formación de nuevas arrugas y mantienen la piel jugosa, resistente a la deshidratación estival y con un tono uniforme. Además, no está de más seguir hábitos saludables: evitar el tabaco, el consumo excesivo de alcohol y dormir las horas necesarias.
Verano, el mejor momento para cuidarte
Exponernos al sol, disfrutar del mar y de las actividades al aire libre forma parte del bienestar, pero requiere cuidados médicos y estéticos específicos para contrarrestar el fotoenvejecimiento. El tratamiento antiarrugas para el entrecejo, la frente y las patas de gallo es una solución práctica, rápida y respaldada por la experiencia clínica para quienes desean un rostro más joven, descansado y natural durante toda la temporada estival. Puede ser el punto de partida para adoptar una rutina de autocuidado sostenible que, año tras año, conserve y potencie el frescor de nuestra piel.
Y recuerda: la mejor forma de elegir el tratamiento adecuado es acudir a una consulta profesional como las de Clínicas Dorsia, donde un equipo experto puede valorar en detalle tus necesidades y objetivos. Así, podrás disfrutar del verano luciendo esa piel joven y fresca que deseas, con total garantía de seguridad y naturalidad.
Clínicas Dorsia en Masquemedicos