La enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria crónica del tracto digestivo que, en aproximadamente un 20% de los casos, puede complicarse con la aparición de fístulas perianales. Estas fístulas, que son trayectos anómalos entre el recto y la piel cercana al ano, representan uno de los retos más complejos en el manejo de la enfermedad, ya que dificultan tanto la eficacia de los tratamientos médicos como la posibilidad de una cirugía exitosa.
Tradicionalmente, el abordaje de las fístulas anales en Crohn ha combinado tratamientos médicos (como inmunosupresores y biológicos) y procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, un porcentaje significativo de pacientes no responde adecuadamente a estas opciones, o bien experimenta recurrencias y complicaciones asociadas a los tratamientos. Ante esta situación, la medicina regenerativa ha emergido como una alternativa innovadora y prometedora.
¿Qué es la medicina regenerativa?
La medicina regenerativa engloba un conjunto de terapias que buscan reparar o regenerar tejidos dañados mediante el uso de materiales biológicos, factores de crecimiento y, especialmente, células madre. En el contexto de la enfermedad de Crohn perianal, el objetivo es favorecer la curación de las fístulas y reducir la inflamación local, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
Opciones de medicina regenerativa en Crohn perianal
A continuación, repasamos las principales estrategias de medicina regenerativa que se están utilizando o investigando para el tratamiento de las fístulas perianales en Crohn:
1. Pegamento de fibrina
El pegamento de fibrina es un sellante biológico que simula la formación natural de coágulos sanguíneos. Se compone de fibrinógeno, trombina y calcio, que al mezclarse forman un coágulo capaz de sellar mecánicamente el trayecto fistuloso. Además, actúa como un andamio para el crecimiento de fibroblastos y células endoteliales, promoviendo la curación y la angiogénesis (formación de nuevos vasos sanguíneos).
Evidencia clínica:
Aunque la técnica es segura y de bajo riesgo, los estudios muestran tasas de curación modestas y un riesgo elevado de recurrencia. Por ejemplo, en una serie de pacientes tratados, la tasa de curación completa fue del 57% tras casi dos años de seguimiento, mientras que en otro estudio la tasa de curación a las 8 semanas fue del 38%, comparado con un 16% en el grupo control. El éxito es mayor en fístulas simples que en complejas.
2. Factores de crecimiento derivados de plasma rico en plaquetas (PRGF)
El plasma rico en factores de crecimiento se obtiene a partir de la sangre del propio paciente y contiene una alta concentración de plaquetas, que liberan sustancias capaces de estimular la regeneración tisular y reducir la inflamación. El procedimiento implica la extracción, procesamiento y posterior inyección del plasma en el trayecto fistuloso, donde también actúa como sellante.
Resultados preliminares:
Los estudios, aunque limitados y con seguimiento a corto plazo, muestran resultados prometedores. En una serie de pacientes, a las 24 semanas el 33% presentó curación completa y el 38% curación parcial. A las 48 semanas, el 80% de los pacientes estaban asintomáticos, especialmente aquellos que combinaban el tratamiento con fármacos biológicos.
3. Células madre mesenquimales
Las células madre mesenquimales, obtenidas habitualmente del tejido adiposo o de la médula ósea, tienen la capacidad de autorrenovarse y diferenciarse en varios tipos celulares. Su atractivo principal radica en su habilidad para migrar al área lesionada, modular la respuesta inmunitaria y secretar factores que favorecen la reparación y cicatrización de los tejidos dañados.
- Origen: pueden ser autólogas (del propio paciente) o alogénicas (de donante), siendo las primeras las más empleadas por su menor riesgo de rechazo.
- Mecanismo de acción: estas células no solo reemplazan el tejido dañado, sino que también estimulan la proliferación de células residentes, remodelan la matriz extracelular y ejercen un potente efecto antiinflamatorio e inmunomodulador.
Evidencia clínica:
El uso de células madre mesenquimales ha demostrado ser seguro y eficaz en diversos estudios, aunque aún se requieren más investigaciones para establecer protocolos óptimos y resultados a largo plazo. En estudios combinados con factores de crecimiento y técnicas quirúrgicas, las tasas de curación han alcanzado hasta el 60-70% en pacientes con fístulas complejas.
Perspectivas y futuro
La medicina regenerativa representa un puente entre los tratamientos médicos y quirúrgicos convencionales para la enfermedad de Crohn perianal. Si bien los resultados actuales son alentadores, especialmente en pacientes que no responden a las terapias tradicionales, la evidencia aún es limitada y se necesitan estudios más amplios y de mayor seguimiento para consolidar su papel en la práctica clínica.
En conclusión, las terapias regenerativas -ya sea mediante pegamentos biológicos, factores de crecimiento o células madre- abren una ventana de esperanza para los pacientes con enfermedad de Crohn y fístulas perianales, ofreciendo la posibilidad de una curación más efectiva y con menos complicaciones. La investigación continúa avanzando y, en los próximos años, es probable que estas opciones se integren cada vez más en el manejo integral de la enfermedad.
Dr. Fernando de la Portilla, proctólogo en Sevilla
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