Tratamiento esclerosante para várices y arañas vasculares

Las várices y las arañas vasculares son problemas circulatorios que afectan principalmente a las piernas. Aunque pueden ser inofensivos, a menudo causan incomodidad estética y, en algunos casos, dolor o complicaciones más serias. 

El tratamiento esclerosante, también conocido como escleroterapia, es una de las opciones más comunes y efectivas para tratar estas afecciones. Este procedimiento consiste en inyectar una solución directamente en las venas afectadas para cerrar y desvanecer las várices o arañas vasculares.

¿Por qué surgen las várices y las arañas vasculares?

Las várices y las arañas vasculares se desarrollan debido a una insuficiencia venosa, que ocurre cuando las válvulas dentro de las venas no funcionan correctamente. Estas válvulas están diseñadas para prevenir el retroceso de la sangre, pero cuando fallan, la sangre se acumula, lo que provoca que las venas se dilaten y se vuelvan visibles bajo la piel.

Varices y arañas vasculares: ¿cuáles son las causas?

  1. Genética: la predisposición hereditaria es uno de los principales factores de riesgo. Si un familiar cercano tiene várices, es más probable que también desarrolles esta condición.
  2. Edad: a medida que envejecemos, las venas pierden elasticidad, lo que puede debilitar las válvulas y hacer que la sangre se acumule en las venas, causando várices.
  3. Sexo: las mujeres son más propensas a desarrollar várices y arañas vasculares debido a los cambios hormonales durante el embarazo, la menstruación y la menopausia. Los anticonceptivos y la terapia hormonal también pueden aumentar el riesgo.
  4. Embarazo: el volumen de sangre aumenta durante el embarazo, lo que pone presión adicional sobre las venas de las piernas. Además, el útero en crecimiento puede ejercer presión sobre las venas principales.
  5. Estilo de vida y ocupación: estar de pie o sentado durante largos períodos puede dificultar la circulación sanguínea, lo que aumenta la presión en las venas de las piernas. El sedentarismo y la obesidad también son factores de riesgo.
  6. Lesiones o coágulos de sangre: las lesiones previas en las venas o los coágulos de sangre pueden dañar las válvulas y contribuir a la formación de várices.

¿En qué consiste el tratamiento de esclerosis para varices y arañas ?

El tratamiento esclerosante o escleroterapia es un procedimiento mínimamente invasivo que implica inyectar una solución esclerosante directamente en las venas afectadas. Esta solución irrita las paredes de la vena, lo que provoca que se inflamen, se colapsen y se sellen. Con el tiempo, la vena tratada se convierte en tejido cicatricial y es absorbida por el cuerpo, lo que hace que las várices o arañas vasculares desaparezcan o se atenúen visiblemente.

La escleroterapia se puede realizar tanto en várices de tamaño mediano y pequeño como en las arañas vasculares, siendo especialmente efectiva para las venas superficiales. El procedimiento es relativamente rápido, indoloro y generalmente no requiere anestesia.

Beneficios del tratamiento esclerosante

  1. Mejora estética inmediata: las venas tratadas comienzan a desvanecerse después de unas semanas, y en algunos casos, desaparecen por completo con el tiempo. Las pacientes que se someten al tratamiento reportan un alto grado de satisfacción con la apariencia de sus piernas, lo que mejora su autoestima y confianza.
  2. Alivio del malestar físico: las várices no solo son un problema estético; también pueden causar molestias como dolor, pesadez, calambres, hinchazón y ardor en las piernas. La escleroterapia alivia estos síntomas al eliminar las venas defectuosas que generan la acumulación de sangre.
  3. Procedimiento rápido y mínimamente invasivo: a diferencia de otros tratamientos más invasivos como la cirugía, la escleroterapia es un procedimiento ambulatorio que dura entre 15 y 45 minutos, dependiendo del número de venas a tratar. Las pacientes pueden regresar a sus actividades cotidianas de manera inmediata, aunque se recomienda evitar ejercicios intensos durante unos días.
  4. Mínimos efectos secundarios: el tratamiento tiene pocos efectos secundarios, que suelen ser temporales. Algunas pacientes pueden experimentar enrojecimiento, pequeñas manchas o hinchazón en el área tratada, pero estos síntomas desaparecen rápidamente. En raras ocasiones, pueden formarse coágulos de sangre o hiperpigmentación temporal.
  5. Recuperación rápida: la escleroterapia no requiere hospitalización ni un tiempo de recuperación prolongado. La mayoría de las pacientes retoman sus actividades normales el mismo día, lo que la convierte en una opción conveniente para quienes buscan una solución rápida y efectiva.
  6. Prevención de complicaciones: al eliminar las venas problemáticas, la escleroterapia también previene el desarrollo de complicaciones más graves asociadas a las várices, como las úlceras venosas, sangrado y flebitis (inflamación de las venas).

Consideraciones y cuidados posteriores

Después del procedimiento, se recomienda el uso de medias de compresión durante algunas semanas para ayudar a la curación y mejorar los resultados. Además, se aconseja evitar la exposición al sol en el área tratada para prevenir la hiperpigmentación. La actividad física moderada, como caminar, es beneficiosa, ya que ayuda a mejorar la circulación y reduce el riesgo de coágulos.

Es importante destacar que, aunque la escleroterapia es efectiva para tratar las venas existentes, no previene la aparición de nuevas várices o arañas vasculares. Por lo tanto, mantener un estilo de vida saludable, controlar el peso y evitar largos períodos de pie o sentado pueden ayudar a minimizar el riesgo de recurrencia.

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Dr. Pedro Antolín en Masquemedicos

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