La vaginosis bacteriana es una infección vaginal común que resulta de un desequilibrio en las bacterias que normalmente habitan en la vagina. Esta afección provoca inflamación en la vagina y eventualmente molestias. En condiciones normales, hay una variedad de bacterias presentes, incluyendo lactobacilos, que ayudan a mantener un pH vaginal ácido y a prevenir el crecimiento excesivo de otras bacterias. Sin embargo, cuando este equilibrio se altera y hay un crecimiento excesivo de ciertas bacterias, puede desarrollarse la vaginosis bacteriana.
Síntomas de la vaginosis bacteriana
Las señales de alerta de la vaginosis bacteriana pueden incluir:
- Secreción vaginal anormal: una secreción vaginal que es diferente de la habitual en color, consistencia o olor puede ser una señal de vaginosis bacteriana. La secreción típica asociada con la vaginosis bacteriana es delgada, de color blanco o grisáceo, y puede tener un olor fuerte y desagradable, especialmente después del sexo.
- Olor vaginal fuerte: un olor vaginal distintivo, a menudo descrito como “pescado” u “olor a amoníaco”, es una característica común de la vaginosis bacteriana. Este olor puede ser más notable después del coito o durante la menstruación.
- Picazón o irritación vaginal: algunas mujeres con vaginosis bacteriana pueden experimentar picazón, irritación o sensación de ardor en la vagina o en la zona circundante.
- Ardor al orinar: en algunos casos, la vaginosis bacteriana puede causar molestias al orinar, como ardor o irritación.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable consultar a un médico o ginecólogo para obtener un diagnóstico preciso y recibir tratamiento adecuado.
Factores de riesgo de la vaginosis bacteriana
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar vaginosis bacteriana. Aquí te mostramos dos de los más comunes:
- Actividad sexual: la actividad sexual, especialmente con múltiples parejas o una nueva pareja sexual, puede aumentar el riesgo de desarrollar vaginosis bacteriana. Sin embargo, la VB también puede ocurrir en mujeres que no son sexualmente activas.
- Prácticas de higiene íntima inadecuadas: el uso excesivo de productos perfumados o irritantes en la zona genital, así como la falta de higiene adecuada, pueden aumentar el riesgo de desarrollar vaginosis bacteriana.
¿Cómo saber si tengo vaginosis? Test de detección
Si sospechas que puedes tener vaginosis bacteriana, es importante consultar a tu ginecólogo para obtener un diagnóstico preciso. El diagnóstico de la vaginosis bacteriana generalmente se realiza mediante una combinación de historia clínica, examen pélvico y pruebas de laboratorio. Aquí hay algunas formas comunes en las que se diagnostica la vaginosis bacteriana:
- Historia clínica y examen físico: tu médico revisará tus antecedentes médicos y te preguntará sobre tus síntomas, actividad sexual y hábitos de higiene íntima. Luego, realizará un examen pélvico para observar cualquier signo de vaginosis bacteriana, como secreción vaginal anormal o un olor distintivo.
- Test de antígenos: los microorganismos que normalmente causan la vaginosis bacteriana son Gardanellavaginalis, CandidaAlbicans y Trichomonasvaginalis. Con un nuevo test de antígenos, en solo 15 minutos podrás saber si uno de estos microorganismos es el causante de las molestias que padeces. La doctora podrá recomendarte el tratamiento más indicado para restaurar la flora vaginal en función del resultado de la prueba.
Es importante destacar que no existe un “test casero” específico para la vaginosis bacteriana que pueda proporcionar un diagnóstico preciso. Si crees que puedes tener vaginosis bacteriana o estás experimentando síntomas vaginales anormales, te recomiendo que consultes a un médico para una evaluación adecuada y tratamiento.
El tratamiento de la vaginosis bacteriana generalmente implica el uso de antibióticos para eliminar las bacterias que causan la infección y restaurar el equilibrio de la microbiota vaginal.
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