La vitrectomía es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo como tratamiento de las enfermedades y lesiones de la retina y en el gel vítreo, también conocido como humor vítreo, una estructura gelatinosa y transparente que se encuentra en la cavidad interna del globo ocular, entre la superficie interna de la retina y la cara posterior del cristalino.
Es una intervención muy delicada que requiere una enorme precisión. El cirujano ha de acceder a la parte posterior del globo ocular, llamada cavidad vítrea, a través de incisiones muy pequeñas. Para ello usa instrumental minúsculo. Lo idóneo es que un especialista en retina realice esta intervención.
Procedimiento de la vitrectomía
En la vitrectomía se accede al interior del ojo mediante incisiones mínimas utilizando material de microcirugía. Está indicada para llevarse a cabo en pacientes que sufren hemorragia del vítreo, desprendimiento de retina, retinopatía diabética, agujeros maculares, y pacientes con complicaciones de cirugía de cataratas, así como en problemas derivados de la miopía magna o complicaciones asociadas a la uveítis (inflamación de la capa media del ojo).
Básicamente, en este tipo de intervención se practican tres entradas utilizando instrumental de un tamaño inferior a medio milímetro. Asimismo, la retina se manipula utilizando pinzas, tijeras, láseres y luces de pequeñísimo tamaño; tanto que a veces no es necesario suturar las entradas.
Por regla general, y aunque esto puede variar en cada paciente, se trata de un procedimiento ambulatorio con una duración de aproximadamente 90 minutos. Se lleva a cabo bajo anestesia local.
Tratamiento del desprendimiento de retina por vitrectomía
En los casos en los que se realiza la vitrectomía como tratamiento para el desprendimiento de retina, es necesario inyectar un gas al finalizar la intervención para facilitar la fijación de la retina a la parte posterior del ojo y asegurarse de que se repara correctamente.
Durante el postoperatorio se aconseja al paciente mantener una postura específica durante unos días, que suele ser cabeza abajo para facilitar la cicatrización. No obstante, puede haber ocasiones en las que se indique adoptar esta postura recostado hacia alguno de los lados. En cualquier caso, esto va a depender de la técnica y de la localización donde se presenten los desgarros de la retina.
En otros casos, cuando se le dificulta al paciente mantener una una postura específica postoperatoria o cuando se trata de desprendimientos de retina más complejos, en lugar del gas se deja aceite de silicona dentro de la cavidad del ojo. Así la posición de reposo durante el postoperatorio es en general menos prolongada.
Cuando la intervención mediante vitrectomía se haya realizado por otra patología diferente al desprendimiento de retina, es suero intraocular lo que se deja dentro de la cavidad del ojo. Eso hace que el paciente no esté obligado a mantener ninguna postura postoperatoria específica, lo que también hace que la recuperación sea más cómoda.
Vitrectomía: postoperatorio
Después de realizar la intervención, se suelen recetar gotas antiinflamatorias, antibióticas y dilatadores de la pupila para acelerar la curación del paciente.
La duración de este tratamiento postoperatorio depende de la evolución del paciente tras la cirugía y es indicado por el médico.
Es posible que al día siguiente después de la operación el paciente note malestar en el ojo, sensación de tener un cuerpo extraño e, incluso, inflamación en el párpado.
Generalmente puede hacer vida prácticamente normal dos semanas después. La recuperación completa depende de la patología que se haya tratado, pero suele variar entre uno y tres meses. Asimismo, hay que saber que los beneficios de la vitrectomía pueden tardar unas semanas en notarse.
También existen riesgos asociados a esta intervención, tales como sangrado, cataratas o infecciones, pero poniéndose en manos de un cirujano retinólogo experto, no son frecuentes.
Vissum Corporación Oftalmológica
Ver comentarios (0)