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El cómic facilita la comunicación médico-paciente

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Ilustración utilizada por Blanca Mayor en el taller realizado con los asistentes al seminario
Ilustración utilizada por Blanca Mayor en el taller realizado con los asistentes al seminario

Dicen que los humanos soñamos en formato cómic y que aprendemos más y mejor cuando nos cuentan una historia. Y ahí parece que podría encontrarse la intersección del cómic como herramienta didáctica.

¿Puede servir el cómic para el aprendizaje de la ética y la comunicación en Medicina? Por el desarrollo alcanzado en otros países europeos y en Estados Unidos, parece que aplicado al mundo sanitario da sus resultados, tanto entre los profesionales como en las relaciones con los pacientes. Es una innovadora herramienta para la docencia, que puede hacer atractiva la ética y la bioética a los alumnos de Medicina, al tiempo que facilita las habilidades comunicativas que, en su día a día, tendrán que poner en práctica.

Los problemas de comunicación entre médicos y pacientes se arrastran desde hace años. Continúa siendo la asignatura pendiente, de ahí que desde la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica del Colegio de Médicos y la Universidad de Zaragoza se organizase un seminario presentado por el Dr. Rogelio Altisent, profesor de Bioética y director académico de la Cátedra, movido por la necesidad de enseñar habilidades de comunicación y ética con más eficiencia, tratando de captar el interés y la atención de los alumnos.

Una jornada que contó con referentes internacionales en esta materia como Ian Williams, médico de familia, editor y autor de cómics médicos como The Bad Doctor; Blanca Mayor, experta en terminología y comunicación en salud y Mónica Lalanda, médico de urgencias, ilustradora y experta en ética en redes sociales.

Los tres explicaron las posibilidades que ofrece el cómic y mostraron ejemplos de éxito e iniciativas impulsadas en diferentes países tanto en el ámbito docente como en educación para la salud y cuidados.

Así, contaron que el cómic se considera una herramienta didáctica válida porque el lector no es pasivo, intensifica las experiencias, humaniza la enfermedad, facilita la reflexión, mejora la capacidad diagnóstica y ayuda a abrir o iniciar conversaciones en temas complejos de abordar. Puede cambiar la percepción cultural de la Medicina, sirve para contar experiencias personales y también como herramienta de discusión.

Sin embargo, en España todavía queda un largo camino por recorrer para suprimir los prejuicios que aún existen en torno al cómic, cuando en el mundo anglosajón es una realidad. Publicaciones de prestigio como Lancet, Annals of Internal Medicine o BJM han publicado artículos mediante el cómic, e incluso el British General Medical Council.

En Estados Unidos, los alumnos de Medicina de la Universidad de Pensilvania leen y comentan novelas gráficas del ámbito médico, pero también crean las suyas propias para mejorar las habilidades comunicativas, el razonamiento diagnóstico y el grado de empatía, según contó Blanca Mayor, que puede leerse en su blog Comunicación y educación en salud. Entre las muchas iniciativas que se citaron en el seminario, Spanish Doctors, que trata de acercar las consultas inglesas al médico español o las denominadas “patografías gráficas”, como explicó Mónica Lalanda, la enfermedad contada desde la perspectiva del paciente Arrugas, Cancer Vixen o Mom’s Cancer.

A la capacidad del cómic para contar historias, se suma el poder de las imágenes, la unión del texto y de las ilustraciones. Es lo que Ian Williams define como la “iconografía de la enfermedad”.

En el Colegio de Médicos de Zaragoza
En el Colegio de Médicos de Zaragoza

El seminario se acercó al cómic con otra mirada, no solo la del entretenimiento sino aplicado a una disciplina que siempre se ha visto más cerca de la Ciencia que de la Filosofía y las Humanidades. El cómic ha demostrado su validez para desarrollar las capacidades del médico a la hora de comunicarse y relacionase con sus pacientes. Es un medio para narrar historias, igual que el humor gráfico, basta repasar a Forges y su capacidad para recoger, desde la ironía, situaciones cotidianas del mundo sanitario. Al final, de lo que se trata es de asegurar la eficacia de la comunicación acercando la terminología médica a los no expertos y mejorar así la atención a los pacientes y la calidad asistencial.

Más sobre cómic y Medicina, en Graphic Medicine

Melania Bentué (Estrategias de Comunicación)

Blog de de Zoe (Blog de la autora)

Melania Bentué

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