¿Y el profesional de la salud qué dice de las redes sociales?
Seguimos dándole vueltas a la posición del paciente y del médico en las redes sociales, ese espacio donde de repente cuestiones que solían quedar en la intimidad familiar toman importancia y se convierten en tema de debate.
Hemos preguntado a algunos profesionales de la salud tres cuestiones breves sobre la aparición de pacientes y médicos en Internet, incluyendo alguna pregunta polémica, y las respuestas son en algunos casos muy reveladoras. Estas han sido las preguntas:
1. ¿Crees que ha sido positiva la entrada de los pacientes en las redes sociales para opinar sobre sus experiencias en la consulta y con los profesionales de la medicina?
2. ¿Debería el médico poder romper el secreto médico para defenderse de algunas críticas que puedan hacer los pacientes en las redes sociales? Es decir, ¿si el paciente rompe la confidencialidad tiene derecho el médico a hacerlo también?
3. ¿Cómo crees que deberían actuar los médicos en este nuevo marco de comunicación? ¿Participas tú en las redes sociales también como profesional de la salud?
Y aquí están las respuestas:
1. No tengo una opinión formada al respecto. La trasparencia es buena, en principio, pero no tengo elementos de juicio
2. No soy partidario de que los médicos rompamos el secreto en ninguna circustancia, excepto cuando mantenerlo suponga un riesgo para la salud pública. Sin embargo, si creo que el paciente establece un contrato no escrito con el médico que también obliga a un comportamiento ético.
3. Mi actividad en las redes sociales, aunque tienen un carácter profesional, no está orientada a la provisión de servicios a los pacientes. En cualquier caso, los médicos tenemos que asumir que una mayor exposición pública atrae opiniones favorables y desfavorables que debemos aceptar.
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1. Sí, me parece útil que puedan compartir y comentar a través de ese medio con otras personas que se encuentran en su misma situación, pero es necesario tener precaución a la hora de interpretar las informaciones que se encuentran en internet. Pueden ser poco fiables o llevar a confusión.
2. El paciente no está obligado a guardar confidencialidad sobre la actuación del médico y puede hacer pública su opinión si lo considera oportuno. En cambio el médico tiene la obligación de mantener la confidencialidad sobre los detalles de la salud de su paciente. Las redes sociales no son el lugar para defenderse, en caso de calumnias, por ejemplo, lo suyo sería recurrir a los tribunales.
3. Yo no participo como médico y no creo que se necesario ni obligatorio, sobre todo teniendo en cuenta que cada caso es muy particular y se podría llevar a confusión.
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1. La participación de los pacientes en las redes sociales me parece positiva y necesaria. De ese modo los pacientes pueden participar más activamente en su atención médica y ayudan a mejorar unos servicios que van destinados a ellos
2. No, el secreto profesional debe mantenerse en toda situación excepto en situaciones que puedan poner en peligro la vida de los demás.
3. Los médicos tenemos la misión de transmitir a la sociedad nuestros avances y descubrimientos, contribuyendo así a educar en modos de vida saludables, en prevención y mejorar la salud de nuestro entorno. Las redes sociales son un medio excelente de comunicación entre profesionales médicos y también con los pacientes que yo utilizo cada vez más.
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1. Creo que sí. El paciente en la atención médica se encuentra generalmente desorientado, sin referencias de médicos o de ideas sobre su problema de salud. La participación de los pacientes en las redes sociales ha proporcionado un intercambio de ideas, experiencias, opiniones y conocimientos que, utilizados desde el sentido común, aportan beneficios tanto al paciente como al médico.
2. En ningún caso. El paciente puede revelar una información pero es él el que decide qué información, cuánta y en qué momento.
3. Participando pero siempre desde la prudencia que aconseja una profesión vinculada a la salud. No somos fontaneros ni jugadores de fútbol sino que trabajamos en la faceta más importante, vulnerable y a la vez delicada del ser humano. Todo el mundo desea gozar de buena salud y las redes sociales deberían ser un buen método para que el médico se acerque al paciente y para, desde su conocimiento, ayudarle. Personalmente no participo en las redes sociales pero si colaboro con los perfiles de la Clínica Rementería.
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José Francisco Ávila, médico de familia
1. Creo que ha sido muy positiva. Los profesionales hemos de recibir un feed-back por parte de los pacientes y hay pocos mecanismos para hacerlo. Posiblemente en la relación directa se aumenten mucho las reacciones de agradecimiento y no existen demasiados caneles de comunicación donde el paciente pueda establecer sus críticas hacia nuestro trabajo, que es la crítica a través de la cual podemos aprender más para mejorar.
El único límite es cuando la crítica rebasa este concepto y se convierte en una difamación o agresión verbal. No es lo mismo que un profesional sea mal profesional cuando lo que quiero decir es que no ha cumplido mis espectativas
2. Nunca. Ni desde el punto de vista legal (que es delictivo) ni ético. La confidencialidad es del paciente y él con su privacidad pueda hacer lo que quiera.
3. Sí participo de forma activa en redes sociales y creo que la participación de los médicos, aunque va en aumento, debería ser algo mayor.
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Estoy de acuerdo con la mayoria de las opiniones. Bajo mi punto de vista el medico no debe vulnerar el derecho a la confidencialidad y creo que es bueno que el paciente opine de sus medicos pero sin faltar al respeto ni difamar. En caso de que un paciente tenga un problema grave con su medico debe acudir a las vias de reclamación correspondientes.
1.- La participación de los usuarios-pacientes en salud me parece imprescindible, fuente de mejora sin duda, con posibilidad de opinar sobre lo apropiado de un servicio u otro, con la condición de que se sepa gestionar con cauces apropiados. No creo oportuno que la red de soporte a temas asistenciales directos de personas particulares, “en abierto”, y lo que los pacientes desarrollan en la red no va en esta línea, va sobre todo en la línea de “escuelas de pacientes y asociaciones de apoyo”, creo.
2.- Rotundamente no, nunca, aunque el profesional se vea afectado por ello, debe buscar cauces legales si siente que su honor y profesionalidad se han visto atacados por una acción de este tipo. Si un paciente rompe el secreto profesional en la red es su “irresponsabilidad”, entiendo que se pueden comentar experiencias y problemas con espíritu crítico y constructivo, sin afectar a esta intimidad de la relación asistencial, y con condiciones de participación de todos los implicados.
3.- En la red en “abierto” veo al médico en la red como agente de salud y educador del usuario, en algún caso como consejero siempre y cuando no se aborden casos clínicos concretos de pacientes. Participo sobre todo a nivel profesional en contacto con colegas médicos y otros profesionales sanitarios, no directamente con pacientes, aunque los blog están en abierto. Creo que podría usar la red para proveer servicios directos a “mis” pacientes, digo “mis”, en el sentido de que debe haber un conocimiento previo del caso y el uso de la red ser complementario a la atención directa a ellos.