¿Y si hubiera dos antídotos contra la infelicidad que paso a paso nos acecha?. Y esos dos antídotos nos devolvieran a un estado de tranquilidad interior desde el que podríamos ver, y tomar mejor decisiones, y además no costaran dinero.
¿Qué pensarías si te digo que puedes empezar a aplicarlos desde este mismo momento?.
El principal pilar de cualquier terapia psicológica que se emprende con el objetivo de mejorar la vida de las personas, es la aceptación.
¿Aceptación de qué?. Aceptación, ¿Para qué?
La aceptación ayuda a la persona a observar su vida plenamente, dejando de lado el discurso mental de lo que debería ser, lo que debería cambiar, o lo que uno debería tener para ser feliz.
La insatisfacción es la gran lacra de nuestra sociedad, la cual se alimenta de la eterna comparación entre lo que es, y lo que debería ser.
Los psicólogos nos encontramos cada día con personas que creen que teniendo un trabajo mejor, unos kilos de menos, un coche o una casa más grande y espaciosa, una pareja perfecta… serán felices.
Aceptación para disfrutar del aquí y el ahora
La realidad demuestra que una mente insatisfecha puede destruir cualquier situación, por muy perfecta que sea.
¿Qué le sucede a la persona al poco tiempo de conseguir un nuevo empleo? Que anhela los compañeros del trabajo anterior, lo bien que se sentía con ellos (aunque el sueldo no fuera tan bueno), lo fácil que era aquel trabajo y no este…
Es decir, la persona cae en la trampa de desear, continuamente, y en cualquier área de su vida, aquello que no tiene. Y esa trampa genera una insatisfacción vital cada vez mayor.
La aceptación permite disfrutar del aquí y ahora, sin anhelar que las cosas sean diferentes, sin estar en continua lucha con lo que se tiene. La aceptación genera un estado emocional de tranquilidad y satisfacción que es imprescindible para alcanzar el bienestar emocional en el día a día.
¡Pero cuidado! Es importante tener en cuenta que la aceptación no significa resignación.
Fórmula para lograr la aceptación
La fórmula, es la siguiente:
1. Ten valor para cambiar lo que está en tu mano.
2. Acepta aquello que no puedes cambiar.
Puede que lleves años intentando cambiar algo, y hayas sido incapaz de lograrlo. Por ejemplo, la personalidad de tu madre, de tu pareja, de tu amigo… ¿qué has conseguido? Frustrarte más y más. En este caso, tendrás que aceptar la forma de ser de esa persona. Continuar luchando contra ello significa desgastarte un poco más cada día.
Pero… si te encuentras en una situación laboral desastrosa… ¿no está bajo tu control buscar algo mejor?, ¿no es responsabilidad tuya hacerlo para crecer laboralmente? En este caso, si puedes cambiar. De hecho, quedarte donde estás, sería resignarte a la situación, como si nada pudiera hacerse para cambiarlo.
La aceptación es el pilar central de cualquier terapia psicológica porque nuestra mente se ha fortalecido demasiado en el hábito de la comparación entre lo que es, y lo que debería ser.
Agradecimiento, el segundo paso hacia el bienestar
El segundo pilar importante que nos devuelve a vivir plenamente en el aquí y ahora, es el agradecimiento.
Cuando agradeces, de nuevo acallas la mente comparativa, y la insatisfacción que genera.
Aceptar y agradecer son dos antídotos que se trabajan cada día, y en cada situación. Al principio puede parecer una tarea ardua y frustrante, pero poco a poco, el proceso se va automatizando y formando parte de ti.
Aceptar y sentir agradecimiento por lo que está en tu vida en este momento, es un buen camino para cosechar el bienestar emocional, la tranquilidad mental y la felicidad, ¿a qué esperas?