No hay un consenso sobre una explicación científica sobre el síndrome post vacacional, por lo que en mi opinión, el propio uso del término puede ser exacerbado ya que volver de un periodo de vacaciones no tiene por qué suponer una reacción emocional clínica que genere un propio cuadro sintomatológico, mirando a la psicopatología. Hablaría por lo tanto de procesos de adaptación y, como cualquier esfuerzo adaptativo para el ser humano, la vuelta al trabajo puede suponer consecuencias emocionales. Muchas personas así lo refieren, suelen observar la aparición de una presión emocional que genera apatía, sensación de ansiedad, agitación y prisas, tristeza, incomodidad y/o dificultades para dormir.
Enfoque psicológico sobre la situación laboral
La aparición de estos síntomas dependerá también de la situación laboral personal que cada persona tenga, así como del enfoque psicológico que aplique sobre la misma. En esto último es donde podemos influir directamente y de forma más inmediata.
- Intentar evitar las listas y repeticiones sobre todos aquellos aspectos que son negativos en el entorno laboral, focalizando, sobre lo que nos genera ansiedad y tensión. Esto hace además que se generen anticipaciones sobre hechos que creemos que van a ocurrir y nos van a generar malestar activando la alerta fisiológica de amenaza corporal sobre situaciones que ni siquiera hemos vivido todavía.
- En la medida de lo posible intentar empezar con una intensidad gradual a nuestro puesto de trabajo. Seleccionar actividades prioritarias e intentar ir planificando los próximos días con más calma. No pretendas ponerte al día al poco de llegar a tu puesto de trabajo.
- Aprovechar los tiempos de descansos o de la comida para volver a alguna actividad agradable, para las relaciones sociales o familiares.
- El día antes intentar dejar todos los aspectos necesarios organizados para el día siguiente para no tensionarnos momentos antes de ir a trabajar por no encontrar cosas o no manejar los tiempos.
- Intentar acostarnos antes para no afrontar el primer día con sueño lo que genera que estemos más irascibles y desorganizados.
- Selecciona los aspectos positivos de tu trabajo y si realmente ves que no encuentras nada puede ser el momento para plantearte ir creando poco a poco un plan de acción que te lleve a cambiar de empleo, piensa que puede existir un cambio y actívate para ello.
- Inicia o retoma la actividad deportiva. El deporte puede contribuir a eliminar o reducir la sintomatología ansiosa, a generar una activación fisiológica que te haga sentir bienestar, permite que tengas un espacio para ti y contribuye a la relajación.
Si pasado un tiempo tu estado de agitación interior se mantiene quizá exista una causa subyacente que sea necesario afrontar con un profesional.