Ser una persona curiosa aporta beneficios a nivel psicológico. Cuanto más curiosa es una persona mejores son sus relaciones personales y su capacidad de aprendizaje, además de tener una vida más feliz. A continuación hablamos de las ventajas de darle rienda suelta a la curiosidad.
Fortalece las relaciones personales
La curiosidad sobre las personas y el mundo a tu alrededor puede favorecer enormemente tu vida social. Cuando demostramos interés en otra persona, en lo que nos cuenta, esta disfrutará el tiempo compartido con nosotros.
Cuando una persona es curiosa sabe escuchar y dar conversación. Al iniciar una relación con otra persona, tendemos a hablar sobre aquellas cosas que nos interesan, nuestros hobbies, lo que nos gusta hacer, y el hecho de tener muchos intereses suele asociarse con el de ser una persona interesante, y en ese proceso es muy probable encontrar a otras personas con las que tengamos mucho en común.
Ayuda a proteger tu cerebro de enfermedades neurológicas
Debemos mantener nuestro cerebro estimulado durante toda la vida. Mantenerte activo y estimulado es de gran ayuda para protegerte contra procesos de degeneración cognitiva
Reduce la ansiedad
Si se acerca una cita importante solemos sentirnos nerviosos. Pero el interés y el entusiasmo ante la posibilidad de conocer personas y experimentar experiencia nuevas, ayuda a disminuir las creencias negativas asociadas al afrontamiento de la situación.
Fomenta el aprendizaje
Al entrar en juego la curiosidad es mucho más fácil aprender cosas nuevas. Nos lleva a que nuestra atención se centre y focalice, generando aprendizajes significativos y de impacto, dado que aquello que aprendemos es motivante en sí mismo. A su vez, esto genera nuevas inquietudes, y se vuelve a activar el proceso de curiosidad, lo que lleva a que el proceso se se retroalimenta por sí mismo.
Incrementa tu felicidad
La teoría del “punto fijo de felicidad” indica que a una edad temprana desarrollamos una base de felicidad en la que nos mantenemos la mayor parte del tiempo, en función de las situaciones positivas o negativas que experimentemos en nuestra vida, el nivel de felicidad asciende o desciende. La curiosidad puede hacer que nuestro nivel de felicidad se incremente varios grados.
Cuando sentimos curiosidad estamos dispuestos a arriesgarnos, probar nuevos retos, en vez de querer controlar todo. A los curiosos les gusta explorar, descubrir y aprender.
Serás más positivo
Ante algo que no entendemos o nos resulta extraño, o tenemos una visión rígida, es más fácil que nos lleve a emociones negativa y poco útiles para alcanzar nuestros objetivos. La curiosidad lleva a que la personas más fácilmente se cuestionen si esos pensamientos pueden estar equivocados y ver si pueden verlo de manera diferente, lo que les llevará a afrontar con mayor facilidad las diferentes situaciones y sentirse más capaces de gestionar, lo que revertirá en mayor autoestima.
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