¿Cuántas veces has comenzado una dieta pero no has conseguido los objetivos que deseabas?. Es posible que hayas tenido una sensación de hambre constante y no lograr saciar tu apetito, si es así tus intentos de hacer dieta han fracasado porque puedes sufrir lo que se conoce como hambre emocional.
Hablamos de hambre emocional cuando nuestras emociones influyen en nuestras ganas comer, siendo estas las que controlan las ingestas de comida. Más que por hambre puede que estés comiendo por ansiedad, tristeza o incluso por aburrimiento.
Consejos para controlar tus emociones durante la dieta
Tu objetivo debe ser realista
Divide tu objetivo de pérdida de peso en pequeños retos que puedas alcanzar. Te ayudará a sentirte satisfecho cuando logres cada meta y te animará a ir a por la siguiente.
Beber mucha agua
El agua, además de mantener hidratados y aportar nutrientes también nos hace sentir saciados, ayudándonos a disminuir la necesidad de comer a todas horas.
Practica algún deporte
Las actividades físicas te ayudarán a perder peso, pero también a mantener tu mente activa y apartada de los pensamientos que te producen ganas de comer.
Deja fuera el estrés
Muchos factores externos pueden producir estrés, por lo que es necesarios que aprender a como afrontar las situaciones de una manera que reduzcas los picos de estrés y el estrés mantenido. Para ello, hay que trabajar nuestras creencias, así como herramientas para tomar decisiones y resolución de problemas, también técnicas para organizar el tiempo de manera adecuada.
Duerme bien
No descansar correctamente afecta nuestras emociones y además tiene un efecto negativo en la pérdida de peso.
Reduce el picoteo entre horas
Cíñete a las 5 comidas diarias. Deja guiarte por un nutricionista, él sabe como hacer los menus necesarios para perder peso de manera saludable.
No renuncies a salir
Estar a dieta puede significar dejar de hacer planes de ocio para evitar las tentaciones. Sin embargo dejar de tener vida social no te ayudará. Lo importante es saber elegir los alimentos y ser consciente de las calorías que ingerimos, así como pensar en planes alternativos que no requieren de comida.
No te culpabilices si fallas
Si tú también estás realizando o has realizado dieta para bajar de peso, y no consigues los resultados esperados, puede que sean la regulación de tus estados emocionales los que están dificultando conseguirlo.
El apoyo de un psicólogo junto a nutricionista son vitales para el proceso de pérdida peso. Trabajar a nivel psicológica te ayudará a reducir el estrés y la ansiedad que te derivan a realizar una ingesta inadecuada, y a cambiar tus hábitos diarios para llevar un estilo de vida más sano y equilibrado. Conseguirás sentirte mejor contigo mismo y lograrás controlar tus emociones para alcanzar el bienestar integral.
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