La resiliencia se define como la capacidad que tiene una persona de sobreponerse y superar circunstancias difíciles y provocan estrés en su vida. Cuando nos recuperamos rápidamente de un acontecimiento estresante se dice que somos resilientes.
Es necesario trabajar la resiliencia cuando nos sentimos infelices, o deseamos poder cambiar la manera en la que hemos reaccionado ante determinadas situaciones.
Consejos para mejorar la resiliencia
A continuación compartimos algunos consejos que te pueden ayudar a mejorar tu resiliencia.
Tomar conciencia de los pensamientos y acciones
Cuando ponemos en práctica este consejo es más fácil reconocer las áreas que debemos mejorar, y determinar qué cosas estamos haciendo bien.
Si estás bajo una situación de estrés, presta atención a tus reacciones, pregúntate por qué has reaccionado de esa forma, y trata de elegir otra respuesta que podría haber sido mejor.
Es importante que analices no solo tus pensamientos sino también cómo reacciona tu cuerpo ante situaciones de estrés, si aprietas la mandíbula o los dientes, o aumenta tu frecuencia cardíaca.
Toma nota de las reacciones de tu cuerpo y de tus pensamientos en momentos de estrés, luego podrás evaluar si son racionales o irracionales.
Enfocarse en el momento
Enfocarse en el momento presente es una excelente técnica para gestionar las situaciones estresantes.
Cuando tomamos conciencia del ahora reducimos la tendencia de nuestra mente a distraerse y crear pensamientos hipotéticos, que consiguen aumentar el estrés.
Para desarrollar esta habilidad debes aprender a apreciar los detalles a tu alrededor, puedes salir a caminar por tu barrio con una nueva perspectiva, observando las pequeñas cosas, descubriendo los sonidos, olores… Al llegar a casa reflexiona sobre este paseo y cómo te sientes tras él.
Otra forma de cultivar la atención es concentrarse en la respiración, y realizar actividades donde se impliquen los sentidos, como disfrutar de la comida percibiendo las texturas, sabores, aromas, etc.
Evitar juzgar precipitadamente
Solemos juzgar y evaluar todo lo que experimentamos. La recomendación es esperar unos minutos antes de emitir juicio sobre una situación. Intenta experimentar las situaciones y las personas por unos minutos sin criticarlo ni intentar mejorarlo. Al retrasar el juicio creamos un espacio para la gratitud.
Pon en práctica estas indicaciones para mejorar tu resiliencia. El apoyo de un psicólogo también puede ser de gran ayuda para aprender a gestionar las situaciones de estrés de una manera adecuada.
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