Cuando tenemos miedo a perder a nuestra pareja, a que nos engañe, o no cambie por otra persona, los celos pueden aparecer como respuesta emocional. Los celos también pueden aparecer con familiares, amigos, hijos, etc.
Tipos de celos
Celos adaptativos
Son los que sentimos al observar un peligro real, cuando vemos que nuestra pareja que no tiene interés por nosotros. Este tipo de celos provoca normalmente una reacción positiva, intentando cuidar más la relación. En este caso no aparecen conductas asociadas a las personas celosas, sino que la relación cobra una mayor importancia.
Celos desadaptativos
Son aquellos que aparecen aun cuando no hay una evidencia real de una infidelidad o una pérdida del interés en la relación, o bien, sí existe, pero la respuesta es una conducta obsesiva, que provoca comportamientos comprobatorios, controladores y obsesivos.
Este tipos de celos surgen cuando pensamos que ese alguien nos pertenece, se asocian al concepto de propiedad, sentimos miedo de perder algo cuando creemos que existe una posesión sobre aquello. Si no tuviéramos esa percepción de que nuestra pareja nos pertenece, los celos no existirían. Sin embargo, las personas estamos acostumbradas a ser dueños de lo que nos gusta y nos hace sentir bien.
Consecuencias de los celos desadaptativos
Los celos no tienen consecuencias buenas, pero desde el punto de vista de la persona que los sufre, es un sentimiento de miedo y ansiedad constante, por temor a perder a la persona que quiere. Además a este sentimiento se le añade sentirse bajo de autoestima, mediocre o inferior a la pareja.
Los celos aparecen cuando tenemos la sospecha o miedo de que la persona que queremos quiera a otra persona más que a nosotros. Estas sospecha son derivadas de sentimientos de baja autoestima, ansiedad y preocupación.
Empezamos a unir comportamientos y situaciones, aunque realmente no tengan que ver con una infidelidad, porque en muchos casos los celos nacen de nuestra imaginación, y no de hechos reales. Partiendo de esas sospechas, encontraremos hechos que corroboren esa teoría. El problema es que además de sentir ese miedo y tener pensamientos negativos, no disfrutamos de la relación, estamos constantemente buscando motivos para estar celosos, y cualquier cosa la usaremos como hechos que confirmen nuestras sospechas.
Los celos y la ansiedad
Los celos involucran una mezcla de emociones, pensamientos y comportamientos. una de esas emociones es la ansiedad. Una persona que no maneje de forma adecuada esa ansiedad, difícilmente podrá dominar los celos.
Se dice que una persona tiene un correcto manejo de la ansiedad , cuando es capaz de enfrentarse a los imprevistos con una actitud activa pero tranquila, una persona que no se paraliza por los miedos, y que cuenta con las herramientas mentales para resolver situaciones que conlleven un peligro, ya sean reales o imaginarias.
La ansiedad está caracterizada por reacciones físicas, como taquicardia, alteraciones de la respiración, temblores, problemas de apetito, dolores de cabeza, mareos. En el ámbito psicológico las reacciones son: miedo, ideas negativas, falta de atención y aumento de la sensibilidad
Causas de los celos
Baja autoestima y sentimiento de inseguridad
Cuando no confiamos en nosotros mismos, es dificil confiar en otras personas, esa falta de confianza nos mantiene con miedo constante a ser engañados. Nuestras inseguridades nos pueden hacer pensar que no somos suficiente para nuestra pareja, y nos resulta difícil creer que nos será fiel.
Temor a perder algo que pensamos que nos pertenece
Las personas aman y aprecian aquello que les pertenece. El miedo a perder eso que creemos nuestro, es lo que desencadena los celos.
Todos podemos sentir celos en algún momento, sin que se transforme en algo grave. Sin embargo, en el momento en que estos sentimientos influyen en nuestra vida diaria o afectan nuestra relación de pareja, y nos generan ansiedad, es recomendable buscar ayuda psicológica para lograr solucionarlo.
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