Los tratamientos de reproducción asistida y la incertidumbre por los resultados, puede generar estrés en los pacientes. De allí surge una pregunta inevitable ¿el estrés y ansiedad puede afectar la fertilidad?. El Dr. Bruna, Director de los HM Fertility Centers, da respuesta a esta incógnita.
Estrés y fertilidad
Aún existe la creencia popular de que hay una relación causal entre el estrés y la infertilidad. Lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica que demuestre que el estrés, la ansiedad y la depresión estén relacionados con la fertilidad.
Esto no impide que los problemas reproductivos sean definidos por muchos psicólogos como una “crisis vital”. Entendiendo que supone una alteración del equilibrio emocional, el enfrentar un problema que genera tristeza, confusión, desesperanza y ansiedad.
El estrés que generan los problemas de fertilidad, así como el tratamiento de estos, es percibido de forma distinta en ambos sexos. Las mujeres vivencias estos problemas de una forma más intensa, además soportan los tratamientos, y con cada menstruación aparece el sentimiento de fracaso. Mostrando reacciones como negación, shock emocional, frustración, miedo, pérdida de la autoestima, entre otras.
Los tratamientos de reproducción asistida pueden originar estrés, especialmente los ciclos de Fecundación in Vitro (FIV).
La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar integral. La salud y la enfermedad son procesos en los que influyen diversos aspectos de vital importancia, conductuales, cognitivos, psicológicos y psico-sociales.
En los problemas de reproducción y su tratamiento la relación entre paciente y entorno tiene una gran relevancia. Por eso es importante no solo realizar una correcta estimulación ovárica, sino también llevarla a cabo de la forma más cómoda y personalizada. Esto implica un tratamiento holístico, centrado en el paciente.
Estudio EFESO
Es necesario estudiar no sólo el impacto de la subfertilidad en el ámbito emocional de las pacientes, sino en qué nivel el tratamiento conlleva una sobrecarga psicológica.
Con este objetivo se realizó en España en 2011 y 2012 el “Estudio EFESO“, cuya misión fue establecer una estimación de la frecuencia de ansiedad y depresión en las mujeres sometidas a un tratamiento de estimulación ovárica para FIV.
El estudio EFESO quería evitar que la valoración de los niveles de ansiedad, depresión o satisfacción con el tratamiento de FIV, se vieran afectados por otras variables, ni por el resultado del tratamiento.
617 mujeres que se encontraban en tratamiento de estimulación ovárica para FIV en 36 centros de reproducción asistida, fueron las seleccionadas.
El estudio arrojó que el nivel de satisfacción era más alto entre las pacientes más jóvenes, con nivel de estudios secundarios, que estaban realizando su primer tratamiento y que emplearon un tiempo menor en inyectarse.
Las pacientes que presentaban de base problemas de ansiedad y depresión, manifestaron un mayor malestar. Por esta razón es necesario detectar antes de comenzar el tratamiento, a las personas susceptibles de sufrir depresión, ansiedad, o incluso ambas. Para ofrecerles así, el soporte emocional necesario.
El estado emocional y los tratamientos de reproducción asistida
El estado emocional no influye sobre los resultados y el éxito o no del ciclo. Así lo demuestran los últimos meta-análisis
Sin embargo, muchas veces es necesario realizar más de un ciclo de tratamiento para conseguir el embarazo. Es en este momento cuando los niveles de estrés pueden elevarse.
Por otra parte el análisis de subgrupos, sugiere que es probable que el estrés determine las posibilidades de embarazo en las parejas menos perseverantes en los tratamientos hasta conseguir su objetivo. Es decir, el estado emocional de los pacientes sí tiene una relación directa con el abandono de los tratamientos, y al hacerlo abandonan también las posibilidades de lograr el embarazo.