Todos hemos pasado por circunstancias difíciles en nuestras vidas, perder el trabajo o separarnos de una pareja, enfrentarnos al fallecimiento de un ser querido. Estas malas rachas provocan inestabilidad emocional.
En algunos casos estos altibajos emocionales pueden extenderse durante más tiempo del que deberían, y comenzar a tener efectos negativos en nuestra vida. No gestionar estas emociones de forma adecuada puede hacer que se manifiesten sentimientos de ira, estrés, inseguridad, agobio, etc.
Es importante saber gestionar las dificultades de la vida para evitar la inestabilidad. La psicología puede aportarnos, a través de la terapia breve, diversas herramientas para lograrlo, desarrollando nuestra inteligencia emocional, mejorando nuestra autoestima y autocontrol.
¿Para quién pueden ser de ayuda estas herramientas?
La psicología proporciona herramientas que son de gran ayuda cuando se experimenta una preocupación excesiva durante un tiempo, causada por cambios problemas en la vida.
Estas herramientas están indicadas si:
- No dejas de darle vueltas a los problemas y preocupaciones
- Has intentado encontrar una solución pero no lo logras y el malestar se mantiene
- No disfrutas de tu vida
- Sientes ansiedad, tristeza, alteraciones en el sueño o en la alimentación
¿Cómo superar las malas rachas?
Reflexiona sobre tu forma de actuar
Es necesario pararse a pensar sobre nuestra forma de actuar ante las dificultades, para poder alcanzar el autocontrol. Lograr ser conscientes del problema para poder hacerle frente. Para conseguirlo debemos identificar las emociones que experimentamos (enfado, ira, miedo, tristeza…).
Hacer una valoración objetiva de nuestra manera de enfrentar los problemas, evitando los pensamientos y emociones discordantes.
Habla sobre tus emociones
No expresar nuestras emociones puede producir pensamientos y sentimientos negativos que no nos dejan avanzar. Es recomendable hablar con algún familiar, o amigo de confianza, que pueda entendernos y escucharnos, aconsejarnos e incluso acompañarnos cuando llegan esos momentos en los que estamos angustiados, tristes, o desanimados. Gracias a este apoyo nos sentiremos con más fuerzas para avanzar.
Determina una meta
Visualiza el final de ese momento difícil que estás atravesando. Si logras definir tu meta será más fácil mantener la calma durante el proceso.
Mantén el sentido del humor
Es necesario hacer un cambio de perspectiva, dejar de pensar siempre en los resultados negativos del problema, comenzar a apreciar las cosas buenas que puede aportar. Disfrutar de la compañía de las personas que nos rodean, hacer planeas y evitar estar siempre en casa para no pensar en exceso.
Evitando que el problema nos supere, nuestro sentido del humor mejorará, el problema ya no será tan grave, y lograremos resultados positivos a corto plazo.
Recuerda que cuando superes el problema, e sentirás mucho más fuerte por haber conseguido mantenerte firme a pesar de las dificultades. Esto te ayudará a enfrentar situaciones difíciles en el futuro.
Haz un seguimiento de todo el proceso
Cuando decides enfrentarte al problema es importante saber en qué punto te encuentras, en qué has fallado, y cuáles son los cambios que debes hacer.
Ten paciencia, el camino no siempre es fácil, pero manteniendo una buena actitud y voluntad, es más sencillo de lo que piensas.
Si sientes que la situación que atraviesas en este momento de tu vida te supera, y no logras avanzar por más que lo intentes, el apoyo de un profesional de la psicología puede ser de gran ayuda para lograr un cambio en tu manera de afrontar las dificultades.
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